A los 94 años murió Doris Lessing
Autora de más de 50 novelas, durante su carrera Lessing fue galardonada con numerosos premios, entre ellos el Nobel de Literatura en 2007, el Príncipe de Asturias (2001) o el Premi Internacional de Catalunya (1999).
La británica Doris Lessing, una de las escritoras más influyentes del pasado siglo, ha fallecido a la edad de 94 años, según informa hoy The Guardian.
Autora de más de 50 novelas, durante su carrera Lessing fue galardonada con numerosos premios, entre ellos el Nobel de Literatura en 2007, el Príncipe de Asturias (2001) o el Premi Internacional de Catalunya (1999).
Gran parte de su obra narrativa y poética está basada en su propia experiencia en África e Inglaterra, con personajes femeninos sensibles y perceptivos que se adentran en cuestiones existenciales y exploran las contradicciones.
Aunque se la ha calificado de escritora feminista, Lessing, que militó en grupos de izquierdas, rechazó esa etiqueta al considerar que su obra era más bien un examen psicológico del ser humano y su entorno.
Doris May Tayler nació el 22 de octubre de 1919 en Persia (actual Irán), donde se habían trasladado por trabajo sus padres, un antiguo oficial del Ejército británico que sirvió durante la I Guerra Mundial, Alfred, y una enfermera, Emily.
En 1925, la familia se mudó al sur de Rhodesia (el Zimbabue actual), donde su padre compró una granja que no fructificó y su madre se esforzó por vivir como una dama georgiana, lo que tuvo un impacto pernicioso en su hija, que la autora describió en la primera parte de su autobiografía, “Bajo mi piel” (1994).
Lessing, quien fue internada en una escuela de monjas, abandonó la educación formal a los catorce años y tuvo varios empleos, al tiempo que empezó a experimentar en literatura.
Tras trabajar de telefonista en Salisbury (actual Harare), en 1939, con 19 años se casó con el funcionario Frank Charles Wisdom, con quien tuvo un hijo, John, y una hija, Jean, y del que se divorció en 1943.
Dos años después contrajo matrimonio con Gottfried Lessing, un exiliado judío-alemán a quien había conocido en un grupo literario marxista, con quien tuvo otro hijo, Peter.
Tras divorciarse de Lessing, en 1949 la escritora se trasladó al Reino Unido con su hijo menor, dejando en Sudáfrica a los otros dos al concluir, según explicó años después, que no quería desperdiciar su intelecto en la sola labor de ser madre.
Lessing militó en el Partido Comunista británico entre 1952 y 1956 y participó en campañas contra las armas nucleares. Su crítica al régimen surafricano le costó que se le vetara la entrada al país entre 1956 y 1995, y también a Rhodesia en 1956.
Durante las últimas décadas de su vida, Lessing ha vivido en la misma calle del londinense barrio de West Hampstead, cuidando a su hijo inválido Peter y sin abandonar su actividad literaria.
Conocida sobre todo por “El cuaderno dorado” (1962), donde hace un análisis de la personalidad y la creatividad femeninas, la obra de Lessing es amplia y versa sobre muchos temas, desde la cuestión de la identidad en culturas ajenas hasta el umbral de la locura.
Además de la crítica social de sus primeros textos, considerados comunistas, como “Canta la hierba” (1950) o la pentalogía “Hijos de la violencia”, o de las investigaciones psicológicas de muchas de sus novelas, la escritora también se dedicó a la ciencia ficción con su serie “Canopus en Argos”, realizada entre 1979 y 1983 e inspirada en el sufismo.
Otros libros son “La buena terrorista” (1985), “El quinto hijo” (1988) o los que escribió bajo el pseudónimo de Jane Somers, como “Diario del buen vecino” (1983), con el fin de demostrar las dificultades para publicar que afrontaban los escritores noveles.
Pese a que rechazó erigirse en portavoz del feminismo de la época, que consideraba una simplificación de la relación entre hombres y mujeres, su obra más famosa, “El cuaderno dorado”, de marcado cariz autobiográfico, se ha convertido en un clásico de la literatura feminista por su estilo experimental y su análisis de la psique femenina.
Lessing, que en 1999 rechazó el título de Dama del Imperio británico que concede la reina Isabel II, porque “ya no hay ningún imperio”, aunque aceptó otro título menor, trabajó hasta el final de su vida escribiendo artículos, novelas, relatos y poesía.