En 2001 Robin Williams visitó la Fundación Gorila en California, una organización dedicada a cuidar animales en peligro de extinción. Allí conoció a Koko, el símbolo de la institución. El actor fue invitado a participar de una experiencia en la que se pretende generar comunicaicón con simios mediante el lenguaje de señas.
A través de un comunicado, los responsables de la fundación contaron cómo se enteraron de la muerte del actor y cómo fue la reacción de Koko al informarle de la trágica noticia.
“Koko y los doctores Penny Patterson y Ron Cohn estaban juntos cuando el teléfono sonó” y le informaron “la triste noticia”. “Al principio, Koko se acercó a la doctora Patterson inquisidoramente”. La profesional le comunicó al gorila: “Hemos perdido a nuestro querido amigo Robin Williams”.
“Koko quedó quieto y muy pensativo”, explica el comunicado. Luego de un rato, Koko se dirigió a su cuidadora y le realizó las siguientes señas: “Llora mujer”. La situación fue conmovedora, mientras el gorila se mostraba cada vez más “sombrío”.
Según la fundación, Koko se puede comunicar mediante el lenguaje de señas y entiende dos mil palabras. El encuentro en 2001 entre Williams y Koko fue un “ejemplo supremo de cómo los humanos y los gorilas pueden superar la frontera entre las especies y expresar una forma suprema de empatía”.
“La habilidad de Robin para ‘conversar’ con Koko, un gorila, y en minutos ser uno de sus más cercanos amigos, fue extraordinario e inolvidable para Koko”, aseguró la organización. Además, Patterson confirmó que el gorila “lloró” al enterarse de la noticia y reveló que cuando se conocieron, ambos “conectaron de inmediato” y que incluso el actor había hecho “reír” a Koko.
