El sueño del perro propio: los quiltros como emblema nacional y el intento por convertirlos en una raza
El Quiltro es un emblema nacional. Un símbolo mestizo. Todos los hemos visto tomando sol o corriendo detrás de un auto. Siempre callejeando y muchas veces sin dueños. Es que el quiltro es un patiperro, libre como el viento. Y aunque algunos son bravos y medio malas pulgas, la mayoría son cariñosos y buena gente. Una diversidad de perros que nacieron igual que la mayoría de Chile, como hijos del mestizaje.
Los hay de todos los portes y colores. Nacieron en la Colonia como una cruza entre los canes mapuches y dos especies que llegaron de Europa: los Fox Terrier Pelo Liso y los Bodegueros Andaluces. Su denominación, “quiltro”, derivaría del mapudungún “munútru”: perros chicos y peludos a los que los huilliches le sacaban lana para hacer tejidos. Existían en todo el país: más flacos y feos en la Zona Central y más lanudos y hermosos en el sur. Los mapuches también tenían los “thegua” o “tregua”: perros de caza más grandes y fieros -parecidos a un pastor alemán- que serían descendientes del chacal y parientes del can magallánico (un tipo de zorro domesticado), según relata Ricardo Latcham en su libro “Los Animales Domésticos de la América Precolombina” (1922).
Pero de tanto cruzarse unos a otros habría nacido una raza. Eso intenta demostrar un grupo de criadores que investiga desde 2009 los genes del “Terrier Chileno”. El nombre pituco que le pusieron a un quiltro chico y fibroso, de cuerpo elegante, pelaje blanco y cabeza negra con amarillo, muy parecido al Washington de Condorito. Todo para que sea reconocido internacionalmente como la primera raza de perro chileno. Una aspiración muy OCDE.
Los Nuevos Quiltros Callejeros
Pero callejeando uno se da cuenta que el quiltro ha cambiado. Ahora muchos de ellos tienen ojitos claros y un pelaje más peloliso. “La morfología del quiltro cambió drásticamente en estos últimos 15 años” explica Carlos Barrera, director de los Centros de Atención Veterinaria de la Universidad Iberoamericana, una red que atiende a más de 10 mil perros cada mes, en comunas como La Pintana, Cerro Navia y La Florida. “Es más agresivo y más fuerte debido a la ya habitual mezcla con razas como los rottweiler y pitbull, entre otros canes de gran tamaño”.
Hace 15 años los perros de raza se pusieron de moda, cuenta. Luego surgieron muchos criaderos -sin control alguno- por lo que la oferta aumentó y los precios bajaron. Así muchos chiquillos con sueños de bling bling, reggeatón y perros finolis, o gente que los quería como guardianes, pudieron tener uno de esos ejemplares sin pagar medio millón de pesos. De hecho surgieron grupos dedicados a robar perros de raza en el sector oriente, para venderlos al otro extremo de Plaza Italia.
Varios de esos perros terminan cruzándose con el quiltraje callejero clásico o simplemente abandonados. Tanto así, que en 2012 nació Acción Canina: una empresa de seguridad que rescataba pitbulls callejeros para adiestrarlos como guardianes de empresas. ¿Qué diría Gary de todo esto?
Porcentaje de Perros Mestizos (Quiltros) como Mascotas en Hogares de Santiago:
1998: 69,9%
2012: 44,2%
Fuente: “Demografía canina y felina en el Gran Santiago”, Escuela de Ciencias Veterinarias y Pecuarias, Universidad de Chile, 1998. “Caracterización de la población de animales domésticos de la provincia de Santiago”, UNICIT, 2012.