Autor de Gay Gigante: “Está la lucha con los hetero para que no sean hueas, pero la principal es con uno”
Pablo Simonetti, Paloma Salas y Alberto Montt fueron los encargados de presentar la primera novela gráfica gay hecha en Chile por Gabriel Ebensperger. Detalles del magno evento de la gaylit y un espectacular concurso.
Pintado con letra manuscrita blanca sobre una gran pared rosada se lee una cita de Yoda:
“FEAR IS THE PATH TO THE DARK SIDE
Fear leads to anger…
Anger leads to hate…
Hate leads to suffering”
(El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la rabia. La rabia lleva al odio. El odio lleva al sufrimiento)
*Foto: Eleonora Aldea
Esto, según su Twitter, estuvo a punto de ser el epígrafe de “Gay Gigante: Una historia sobre el miedo”, el libro que Gabriel Ebensperger (1983/ diseñador/ fotografo/ ilustrador/ ex director de arte de revista Paula/ co-animador de Ciudad Cola junto a Camila Gutiérrez en Súbela radio) está por lanzar.
Tal como no fue el epígrafe, tampoco fue el camino del autor, que interiorizó la advertencia de Yoda y entonces acá, después de un camino largo, no hay miedo, rabia, ni sufrimiento, sino valentía, amor, y goce. Paloma Salas, que inicia la presentación de la primera novela gráfica gay chilena, lo define así:
“Hay que partir por agradecer la valentía y la generosidad de Gabriel por contar su historia, que te atrapa tanto que yo me lo leí de una tirada en la playa y me atrapé una insolación que me dejó del mismo color de la portada”. Risas. “Es un libro que se une a un grupo de autores que han sabido compartir sus historias, que al final tienen componentes que las transforman en historias que identifican a muchos, como lo hace Camila Gutierrez (Joven y Alocada, No te ama), o Catalina Bu (Diario de un solo). Gay Gigante le puede servir de igual manera a un Hetero Enano, como a mí, que no soy gay pero soy gigante. Aunque creo que eso, lo de gigante, es más una metáfora sobre ser distinto.
* Foto: Carlos Reyes
Después de unas bromas entre el autor y la comediante, tomará el micrófono el escritor Pablo Simonetti: “Mi presentación va ser bien distinta a la tuya”, le dice a la comediante. “Por suerte”, le dice mirándola serio. Momento incómodo. Después se ríe. Todos se ríen. “Este libro es un ejemplo perfecto de arte gay, en estética, tematica, elementos, colores, y porque cuenta la historia de un niño que no es lo que se espera de él, que es femenino, queer, diferente. Pero esto último, ser, sentirse diferente al resto, es una experiencia que viven todas las personas, salvo las que se esconden dentro de ghettos de uniformidad. Entonces estamos hablando de algo universal. Y eso que dije le va encantar a la gente de la editorial, porque significa que lo pueden leer más que los 300 gays que leen.”
Silencio total. Entonces se ríe. Dice que es broma. Todos se ríen.
“Hablando en serio – dice Simonetti– Gay Gigante es una obra sobre auto-conocimiento y sobre un un viaje, un camino de emancipación que nos habla de volver al domicilio, al lugar donde realmente sentimos cómodos. Es una autobiografía gráfica que servirá como una guía para respetarse. Para sentirse menos solo. Un libro que acompañará a niños y jóvenes, y eso es admirable, porque es pedagógico sin la intención de serlo”.
-Se puede decir entonces que, Gay Gigante es a los gay lo que “La guía para la vida de Bart Simpson” es para los hetero – interviene Paloma.
-Algo así – responde Pablo.
Tomará entonces la palabra, el ilustrador Alberto Montt, que será corto y preciso: “Este libro, cuyo proceso viví de cerca, como un parto largo y doloroso, habla de opresión, de angustia, ¡pero con un maldito sentido del humor! De dar vuelta la página. Ojalá que este libro llegue a los colegios. Que pase de mano en mano ¡como los libros de los mormones! – dice Montt poseído por un breve lapsus de delirio mesiánico.
Entonces, y al final, antes de que comience la fiesta, y quizá un poco con ganas de que pase eso, Gabriel Ebensperger agarra el micrófono y reta a unas personas que están hablando. Confesará que tenía preparado una especie de discurso pero que con los nervios lo olvidó. Dirá que estuvo un año encerrado para terminarlo, y que tuvo problemas con el final. Que no sabía como terminarlo. Hasta que llegó a sus manos una encuesta sobre la discriminación en el trabajo.
“Ahí me di cuenta de que algo que para mi era, como decirlo, normal, no lo era. O no debía serlo. Mierda, había incluso hasta dejado un par de trabajos por eso. Ahí caché que claro, está la lucha colectiva, de tener que armarse de paciencia para hablar con los hetero para que no sean tan hueas, pero la lucha principal es con uno. Con dejar de sentir culpa por ser quién y cómo uno es”.
Y después, fiesta. En un acto que se agradece, no se “obligó” a los presentes a preguntar. Y sobre todo no se “obligó” a los presentes a escuchar las interminables preguntas típicas de las personas que preguntan cosas en los lanzamientos de libros. Pulgares arriba por eso y por el generoso y cuantioso vino de honor.
Entonces. Los datos duros: “Gay Gigante”, de Gabriel Ebensperger, a editorial Catalonia y estará desde hoy disponible en librerias Catalonia y después en todos lados.
Nosotros, envueltos en espíritu navideño, y sabiendo que quizá algunos de nuestr@s lector@s está todavía al debe con un regalo, les trajimos una copia para que lo puedan obsequiar a quien gusten. Lo único que tienen que hacer es compartir este post en Facebook y dejar un comentario con un mail de contacto (si etiquetas a un amigo, tienes más posibilidades de ganar).
Este jueves en la mañana entregaremos el resultado.