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Actualizado el 12 de Abril de 2018

Lincoyán Viera, hijo de Gervasio: “El único que viene a quitar trabajo es Piñera”

El cantante lanzó el primer single de su nueva banda, Hombre Bomba. También comparó la actual situación de los inmigrantes a cómo fue recibido en Chile su padre uruguayo.

Por Consuelo Olguín
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No se define tanto como un músico, pero sí como alguien que más bien se dedica a hacer canciones. Lincoyán Viera, el hijo menor de Gervasio, lanzó el primer single de su nueva banda de cumbia llamada “Hombre Bomba”, cuya motivación es que “la gente goce y explote de alegría. Es el espíritu de bailar ante cualquier circunstancia”.

Sus primeras aproximaciones con la música se remontan a su infancia, cuando con sus otros tres hermanos escuchaban las canciones de su papá. Tal vez de manera inconsciente, dice, era una forma de acercarse a esa figura que nunca pudieron conocer cara a cara, debido a su extraña muerte en 1990, cuando él tenía apenas 1 año.

De todos modos creció con esa presencia ausente de Gervasio, el uruguayo nacionalizado chileno que alcanzó popularidad en los 70. A diferencia de lo que ocurre hoy, dice Viera, su papá fue bien recibido en el país. En cambio ahora, reflexiona, existe un un ambiente de odiosidad hacia inmigrantes de ciertos países, como a los colombianos y haitianos.  “Hoy es impresionante el nivel de racismo y violencia que hay en Chile”, dice en entrevista con El Dínamo. 

-Antes tenías una banda de rock vintage, ahora volviste con una cumbia. ¿Cómo fue ese tránsito?
-Sí, sí con Los Cabrera sacáramos el promedio de todas las canciones, claro, éramos un rock vintage, pero teníamos un poco de todo: algunos sonidos ochenteros, incluso ya un dejo de cumbia en canciones como “El ratón” de nuestro disco homónimo, y así también “Hombre Bomba” se puede encasillar en todo este movimiento de la cumbia. Pero también va mucho más allá en estilos, nos gustan los estilos que sean sabrosos. El concepto de “Hombre Bomba” es fiesta, que la gente goce y explote de alegría, independiente de si la temática de la canción pueda ser quizás de despecho. Es el espíritu de bailar ante cualquier circunstancia, de ahí el nombre de la banda. A lo que voy con todo esto es que no hubo un tránsito, simplemente es algo que siempre estuvo, que ahora comencé a explotarlo por una necesidad también de indagar en melodías y sonidos nuevos.

-¿Qué gatilló ese cambio de género?
-No lo siento un cambio, algunos amigos me dicen ‘pero hueón, qué onda, ¿por qué cambiaste tanto?’, a lo que yo respondo ‘¿y en qué he cambiado?’ Que yo sepa sigo haciendo canciones. No lo tomo como un cambio, yo no he empezado a ser ni tampoco he dejado de ser. Probablemente en el futuro quizás hasta quiera volver a hacer una banda de rock, eso no lo puedo saber. Lo que sé, es que esto simplemente es una nueva película en mi vida y decidí desarrollar un estilo que creo que incluso hago mejor.

-¿Sientes que tu papá está presente en tu música de algún modo?
-Esta pregunta es muy recurrente y siento que la respuesta es muy fome, pero sí. Lógicamente por el hecho de ser mi papá ya siento una admiración hacia él, crecí con su música y su música también me llevó a descubrir muchos artistas que me gustan mucho. Sus canciones siempre estuvieron presente en mi casa y no solo por mí, éramos 4 hermanos que gustaban de eso y nos sabíamos las canciones y todo, porque claro, es nuestro papá, murió y quizás inconscientemente era nuestra forma de acercarnos a eso.

-Hace unos meses tu hermana Millaray destacó el buen trato que tuvo Gervasio siendo extranjero, en contraste con el que reciben ahora los inmigrantes. ¿Fue buen recibido tu papá?
-Absolutamente, quizás, y esto es duro de decir, pero el chileno xenófobo no suele odiar tanto tampoco ni al uruguayo, ni al brasilero, ni al argentino. La xenofobia, creo yo, detona en países como Perú, Bolivia, Venezuela, Colombia donde también en algunos, aparte de haber conflictos a nivel político, raya mucho en el racismo. Mi papá, claro, podríamos decir que eran otros tiempos, no había tanta inmigración como la de hoy y el compadre era guapísimo, cantaba la raja y se sentía chileno. La gente lo recibió muy bien también porque había tenido un momento de popularidad en los 60-70 antes de regresar en los  80.

-¿Por qué crees que hay diferencias ahora?
-Creo que la diferencia está en varios aspectos. De partida, jamás hubo tanta inmigración, y eso también se debe a la crisis en estos países y la ‘estabilidad’ económica de Chile, que esta gente tiene que viajar para poder mandar dinero a sus familiares, eso no significa que ellos digan ‘yo quiero ir a Chile porque quiero joder al chileno’. Aquí estamos hablando de una necesidad, decisión que en ese caso cualquiera de nosotros podría tomar y no nos gustaría ser discriminados sólo por el hecho de venir de otro lugar del mundo. También tiene mucho que ver con esta ola de odio que hay en Chile, de un tiempo a esta parte se ha sembrado el odio a tal punto que es lo que le estamos dejando a nuestros niños, pillan un hueón robando y ‘no, hay que matar a ese conchesumadre, no merece vivir’. Ese es el nivel y esto se está viendo reflejado para con los inmigrantes, a mí me da mucha vergüenza porque no todos los chilenos somos así y siento una impotencia gigante esperando que esto termine algún día.

-Se ha calificado a los chilenos de ser tanto xenófobos como racistas. ¿Cuál es tu visión al respecto?
-Espero que el país empiece a evolucionar y que sólo sea un momento de cambio, ya que Chile se está volviendo un país cada día más cosmopolita y en el futuro ya estaremos todos integrados. Subirá mucho la natalidad de hijos con padres extranjeros y ya será innegable que somos todos chilenos y hermanos, ese es mi pronóstico positivo del futuro, pero hoy es impresionante el nivel de racismo y violencia que hay en Chile.

-¿En qué lo notas?
-En frases tan macabras como cuando dicen ‘estos hueones nos vienen a quitar trabajo’ y el único que viene a quitar trabajo en vez de dar más y a beneficiar sólo a los suyos es Piñera, es chileno y ustedes votaron por él. Aquí ningún extranjero viene a quitarle el trabajo a nadie, es gente como tú, como yo, que está en busca de mejores oportunidades y no porque el chileno opine que deberían quedarse en la mala vida que pueden estar llevando en su país ellos lo harán.

-¿Qué le dirías a los chilenos que dicen que los inmigrantes viene a quitarles trabajo?
-Empecemos a integrar y a valorar, los inmigrantes traen muchas cosas que enseñarnos: nos traen cultura, música, alegría, hablando de que el chileno también es muy depresivo. Muchas cosas que en el futuro nos van a hacer un país mucho mejor y rico en cultura y diversidad. Deberíamos aprender, por ejemplo, de los mexicanos. Ellos aman a la gente extranjera, la acogen y siempre están dispuestos a ayudarte en todo. Siento que el mexicano está acostumbrado a recibir al inmigrante, los han hecho parte de su cultura. Más allá de todos los peligros, México es un país donde me encantaría vivir en gran parte por ese motivo.

Caso Gervasio

En 2015, Blanca Viera y Leandro Rodríguez, hermana e hijo mayor de Gervasio, decidieron reabrir la investigación para esclarecer la causa de la muerte del cantante. La tesis de suicidio poco a poco se fue desmoronando y una hipótesis que baraja la familia es que el músico fue asesinado.

-Hace dos años exhumaron los restos de Gervasio sin avance alguno. ¿A qué atribuyes la lentitud?
-La atribuyo a que es una investigación muy lenta, donde ser muy minucioso y cuidadoso.

-¿Es importante para ti saber qué pasó?
-Por supuesto que lo es, pero siempre hemos sido reservados porque esto, y es lógico, es un tema a nivel familiar y no para los medios.

-¿Con el resultado de la autopsia se cierra una etapa o aún quedan cabos sueltos?
-Esperemos que el resultado sea certero,  se cierre una etapa y al fin dejen tranquilo a Gervasio, que lo dejen descansar en paz.

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