El mea culpa de Tonka Tomicic por echar a Hermógenes Pérez de Arce del Bienvenidos
La animadora analizó lo ocurrido con el abogado a más de dos años de dicho episodio.
Durante la conversación que sostuvo Tonka Tomicic con Pancho Saavedra la noche de este lunes en Instagram, la animadora abordó otros temas más allá del caso “Relojes VIP“.
Uno de ellos tuvo relación con lo ocurrido con Hermógenes Pérez de Arce cuando fue invitado en noviembre de 2019 al Bienvenidos, para analizar en el panel lo que ocurría en el país con el estallido social.
En ese entonces, el abogado desconoció las violaciones a los derechos humanos ocurridos en el país, por lo que Tomicic tomó la determinación de expulsarlo del estudio.
Anoche, la ahora ex conductora del extinto matinal de Canal 13 reconoció que “habría actuado distinto en el caso de Hermógenes”.
“Tomé una decisión personal, creo que ahí me salté ese organigrama horizontal, porque si el canal determina que una persona esta invitada, hay una linea editorial”, sostuvo y agregó que “el tiempo es muy buen compañero. Con distancia es distinto mirar las cosas”.
El fin de Bienvenidos
Aprovechando la oportunidad, Tonka Tomicic entregó detalles de lo que fue el fin de Bienvenidos, después de diez años en pantalla.
“Primero fue impactante la noticia y pensé inmediatamente que iba a sonar negativo comunicacionalmente, pero por supuesto que cada programa tiene su historia y cada animador también”, indicó al ser consultada sobre el tema.
La animadora reconoció que en ese entonces “el programa venía como un buque medio averiado, yo entendí el por qué del cambio, comprendí y compartí la decisión del canal. El programa tenía y traía muchas cargas, positivas y negativas, sobre todo el ultimo tiempo”.
Por lo mismo, en los ejecutivos del canal “determinaron que era mejor poner en pantalla un proyecto limpio y empezar de cero. Me costó al principio, pero la entendí. Por algo pasan las cosas”.
Además, y después de estar durante diez años al mando del Bienvenidos aseguró que la noticia le vino como anillo al dedo porque “me venia bien parar un poco la máquina”.