Una daga, con la que hacía presión en el cuello o el estómago, utilizaba Tito Fernández, El Temucano, para intimidar a sus víctimas, según aseveró la profesora universitaria Karím Setkin.
La mujer relató la manera en que el folclorista, cuyo verdadero nombre es Humberto Baeza, aprovechaba su posición de poder para abusar sexual y psicológicamente de las mujeres que se acercaban a su círculo más cercano.
“Su trabajo de manipulación ya venía de antes. Yo me anulé de mi personalidad, de mi forma de ser”, le dijo la académica a Chilevisión Noticias. Y también reconoció que llegó al entorno de El Temucano cuando estaba atravesando un momento muy complicado en su vida, pues en 2010 se separó del papá de sus hijos.
“Estaba tan decepcionada de todo. Yo no podía hablar, sacar la voz, sentía mucho miedo a la vida y los hombres”, reconoció quien sería una de las principales víctimas de Humberto Baeza. Y también admitió que fue tanta la influencia que ejerció sobre ella, que no sólo los abusos sexuales comenzaron ese mismo año, sino que durante mucho tiempo ella se refirió a él como “El Maestro”.
“Este hombre nos hacía pensar que él tenía algún tipo de poder. Que él, como líder de este grupo, tenía que estar sano y energético. Y las que estábamos abajo de la línea de la pirámide, teníamos que darle esa energía”, recordó la profesora universitaria.
La daga
Sin embargo, las palabras no era lo único que empleaba El Temucano para conseguir sus propósitos, porque según relató Karim Setkin, el folclorista utilizaba una daga que ubicaba en el estómago o en el cuello de su víctima.
“Te ponía la daga en alguna parte del cuerpo. Y te contaba la historia de que las mujeres preferían suicidarse antes que decirle no al maestro”, aseveró la mujer.
Y el que la docente mencionara una daga es significativo, pues es un elemento en que coinciden las tres víctimas que acusaron a Humberto Baeza, pasa asegurar que fueron abusadas no tuvieron relaciones consensuadas, como sostiene la defensa del folclortista.
Tito Fernández está acusado de violación y abuso sexual contra tres mujeres, mientras era parte del Centro Integral de Estudios Metafísicos.
Su juicio fue aplazado por motivos de salud de El Temucano, y el Ministerio Público solicitó una condena total de hasta 34 años de cárcel.
