VIDEO – “La ley soy yo”: el cambio que le hizo Mega al final de El Señor de la Querencia
Si bien el epílogo de la teleserie nocturna fue, en su gran mayoría, igual a la versión original, hubo una escena que no terminó de la misma manera que en 2008.
La noche de este jueves 5 de diciembre, Mega emitió el final del remake de El Señor de la Querencia, el cual ya había anticipado que vendría con sorpresas. Aunque muchos pudieran haber pensado que el desenlace no sería igual al original, no fue así.
Gran parte del episodio fue casi calcado a lo que vimos en 2008, donde gran parte del elenco terminó asesinado a manos de José Luis Echeñique (Gabriel Cañas).
El desquiciado protagonista, primero, mató a Herminia (Francisca Walker) cortándole el cuello. Luego, se dirigió a la habitación de su hija. Ahí, le quitó la vida a Teresita (Vivianne Dietz) y a su esposo Juan Cristóbal (Simón Pesutic), quien a diferencia de la ficción que emitió TVN -donde se abalanzaba sobre su suegro-, intentó escapar, pero recibió un disparo en la espalda.
Posteriormente, se encontró con Mercedes (Ignacia Baeza) a quien asesinó por ser la responsable de llegar con el pecado a su casa junto con su hija. Ignacio (Francisco Dañobeitia) sufrió el mismo destino.
El final que cambió de El Señor de la Querencia
El final de El Señor de la Querencia incluyó la sangrienta escena en la capilla, donde Echeñique tenía como rehén a Leonor (María Gracia Omegna). En ese momento es enfrentado por Manuel (Nicolás Oyarzún), quien le ofrece un trato: entregarse a cambio de que su pareja pueda salir con vida, un acuerdo que el villano acepta.
Justo cuando hacían el cambio, irrumpió en el lugar la policía, la que advirtió a José Luis de bajar el arma para quedar detenido. Sin embargo, él iba a tomar su propia decisión. “La ley soy yo“, fueron las últimas palabras que dijo antes de poner el arma en su boca para suicidarse.
Pero contra todo pronóstico, Leonor le quitó el arma a Manuel y apretó el gatillo, logrando asesinar a su esposo antes de que se quitara la vida. Esto, en venganza por los años de abuso y por haber matado a dos de sus tres hijos.