[Video] Ojo del huracán “Sandy” tocará tierra dentro de “escasas horas”
Los vientos máximos sostenidos de "Sandy" se mantienen de momento en 150 kilómetros por hora y su velocidad de desplazamiento alcanza los 44 kilómetros por hora.
El ojo del huracán “Sandy” avanza hacia la ciudad de Cape May, en Nueva Jersey, a gran velocidad, por lo que se espera que toque tierra dentro de “escasas horas” en algún lugar de la costa del sur de ese estado o de Delaware.
El Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos alertó hoy en su boletín de las 21.00 GMT de que el centro de “Sandy” está en una latitud de 38,8 grados norte y una longitud de 74,4 grados oeste.
Eso quiere decir que se encuentra a tan sólo 45 kilómetros al este-sureste de Cape May, donde se ha dado la orden de evacuación, y a unos 65 kilómetros al sureste de Atlantic City, también en el estado de Nueva Jersey.
Los vientos máximos sostenidos de “Sandy” se mantienen de momento en 150 kilómetros por hora y su velocidad de desplazamiento alcanza los 44 kilómetros por hora.
“Los últimos datos obtenidos por un avión de reconocimiento de la reserva de la Fuerza Aérea, así como por los radares de la NOAA (la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de Estados Unidos) indican que ‘Sandy’ se está moviendo ahora hacia el oeste-noroeste” (300 grados), explicó el CNH.
Así, “se espera que el centro de ‘Sandy’ toque tierra a lo largo o justo al sur del la costa sureña de Nueva Jersey dentro de escasas horas”.
Además, está previsto que “en breve” se mezcle con un sistema de baja presión, sin que se esperen grandes cambios en su intensidad antes de tocar tierra. Luego, los meteorólogos sí prevén un debilitamiento gradual del frente.
Los vientos huracanados del “Sandy” se notan a unos 280 kilómetros de su centro y los equivalentes a los de una tormenta tropical se pueden registrar incluso a 780 kilómetros de distancia, como ya está ocurriendo en el sur de Nueva Inglaterra, en Long Island, Nueva Jersey, el este de Virginia y las bahías de Chesapeake y Delaware.
Además, se espera que los vientos huracanados se vayan extendiendo progresivamente a lo largo del sur de Nueva Inglaterra y los estados centrales de la costa atlántica, desde Connecticut hasta Nueva Jersey y Delaware, incluidos Nueva York y Long Island.
“Es importante recordar -apuntó el CNH- que los vientos que afectan a las plantas superiores de los edificios altos serán significativamente más fuertes que los que se registren al nivel del suelo”.
Además, insistió en que la combinación de una marejada extremadamente peligrosa y la marea alta causará inundaciones en áreas normalmente secas.
Así, el nivel del agua podría alcanzar más de tres metros en las zonas bajas de las inmediaciones del puerto de Nueva York (el área comprendida entre la desembocadura del río Hudson y el puente de Verrazano) si el pico de las marejadas ocurre en el momento de la marea alta.
Dada la gran amplitud de esta tormenta, los expertos advierten de que la subida del nivel del agua puede coincidir con varios ciclos de mareas (dos diarias), lo que se puede traducir en “reiterados y prolongados periodos de inundaciones” tanto en zonas costeras como en otras más interiores.
El peligro radica en que este fenómeno se mantenga durante varios días seguidos en zonas sobre las que pase el huracán, según explica el CNH, que insiste en que este fenómeno ocurrirá con independencia de que “Sandy” mantenga su fuerza o se debilite al tocar tierra.
También se prevén pronunciadas nevadas en las montañas de Virginia, Carolina de Norte y el oeste de Maryland, al tiempo que las malas condiciones del mar continuarán desde Florida hasta Nueva Inglaterra durante un par de días.
“Seguimos anticipando una transición a un ciclón postropical más tarde hoy o esta noche. El momento en que ocurrirá dependerá de cuándo toque tierra y de dónde se encuentra el centro de circulación”, dijo el director del CNH, Rick Knabb.
En una conferencia telefónica junto al director la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA), Craig Fugate, Knabb reconoció que es “un poco difícil en situaciones como ésta, cuando el sistema está cambiando y está a punto de perder sus características tropicales, poder medir bien cuál es la dirección en que avanza el centro”.