El surrealista plan que pretendía convertir a Hitler en mujer para acabar la guerra
Parece una locura pero hoy sabemos que es solo parte de un conjunto de ideas surrealistas, entre las cuales se encontraban cigarrillos explosivos, cajas de serpiente, hipnosis y vudú.
Corría la Segunda Guerra Mundial y los aliados intentaban encontrar una manera para eliminar a Adolph Hitler, el líder nazi que había logrado convertir en pocos años a Alemania en una potencia mundial, capaz de dominar Europa.
Fue ahí cuando los servicios de inteligencia comenzaron a idear planes para acabar con el führer, quien era permanentemente resguardado por un gran aparato de seguridad y logística que hacía imposible acercase, a menos que se tuviese acceso a su circulo íntimo.
Entre las ideas que se diseñaron para acabar con Hitler, hubo varías que simplemente no tenían ningún sentido. Una de ellas fue revelada por el profesor Brian Ford, escritor y miembro de la Universidad de Cardiff. ¿De qué se trataba? En un momento se buscó nada menos que convertir al líder nazi en mujer.
De esta manera se suponía que se calmarían sus deseos de conquista y dominación mundial, haciendo que su personalidad se pareciera más a la de su hermana Paula, quien trabajaba como su secretaria personal.
El plan era difícil de ejecutar, aunque no imposible para los equipos de inteligencia, quienes habían logrado establecer contacto con el jardinero personal del Führer. A través de él, se inyectarían estrógenos en las zanahorias en la huerta personal del genocida, así eludirían la seguridad que lo rodeaba sin nadie se diera cuenta hasta el final.
El plan que también buscaba destruir la moral alemana nunca llegó a ejecutarse, sin embargo las investigaciones recientes han establecido que de haberse ejecutado tampoco hubiese cambiado mucho el espíritu bélico de Hitler, ya que estos aspectos de la conciencia humana son mucho más complejos, y no solo están determinados por el sexo y las hormonas.