Según diversos dirigentes palestinos, quienes se oponen a la ocupación israelí, serían más de 850 mil presos desde 1967, con la llegada del ejército de Israel a esos territorios.
Generalmente los presos en el mundo realizan huelgas de hambre como instrumento de presión, y en el medio oriente el caso no ha sido excepción. Mas eran casos individuales, e incluso, según publica Radio Bío-Bío, algunos eran detenidos nuevamente después.
Resulta que un movimiento lanzado por el líder de la segunda intifada, Marwan Barghuthi, condenado a cadena perpetua, lidera una protesta que busca que más de mil palestinos detenidos comiencen al mismo tiempo una huelga de hambre.
Esto es considerado como una “prueba” para Israel, y el dirigente manifestó en una carta a The New York Times que “los prisioneros palestinos sufren torturas, tratos degradantes e inhumanos y negligencias médicas, algunos han muerto detenidos”. A renglón seguido, denunció “un apartheid judicial que garantiza una impunidad para los israelíes que han cometido crímenes contra los palestinos y criminaliza (…) la resistencia palestina”.
