Condenan a muerte hombre que torturó y mató a hijastro de 8 años porque “creía que era gay”
Sus padres obligaban al pequeño a dormir atado, con un calcetín en la boca y metido en una caja dentro de un armario. Le hacían pasar hambre y le castigaban obligándole a comer heces de gato y su propio vómito.
El homicidio de Gabriel Fernández, de 8 años, se convirtió en uno de los casos más aterradores de maltrato infantil conocidos en California, Estados Unidos. Este jueves terminó el juicio contra los responsables: su padrastro, quien fue condenado a muerte, y su madre, quien recibirá cadena perpetua sin posibilidad de revisión.
“Esto no es conducta animal, porque los animales cuidan a sus hijos”, dijo el juez al pronunciar su sentencia. El menor fue asesinado en 2013 tras sufrir torturas infligidas por su padrastro, con la complicidad de la madre, porque creían que el pequeño era homosexual.
Bomberos acudieron a una llamada de emergencias acerca de un niño que no respiraba. En ese momento se dieron cuenta de que el menor de ocho años tenía marcas de ataduras en los tobillos, golpes y quemaduras de cigarrillo. Tenía una fractura de cráneo, varias costillas rotas y magulladuras por todo el cuerpo. Gabriel Fernández murió dos días después.
Durante el juicio se conocieron escabrosos detalles de las torturas. Obligaban al pequeño a dormir atado, con un calcetín en la boca y metido en una caja dentro de un armario. Le hacían pasar hambre y le castigaban obligándole a comer heces de gato y su propio vómito. También le disparaban con perdigones, que tenía incrustados en el cuerpo la noche que lo hallaron inconsciente.