Beijing se vio afectada en los últimos por una inusual tormenta eléctrica, que trajo consigo vientos huracanados y granizos, los que causaron conmoción entre la población de la capital china.
Esto, ya que los vientos de 130 kilómetros por hora provocaron la caída de árboles e incluso de los transeúntes que caminaban por las calles.
Uno de los hechos más significativos de este fenómeno meteorológico se vivió en uno de los edificios de Beijing, donde los trabajadores que limpiaban sus vidrios quedaron suspendidos en el aire producto de las fuertes ráfagas de vientos.
La tormenta eléctrica se extendió por cerca de una hora, donde las precipitaciones y granizos afectaron drásticamente la visibilidad de los automovilistas.
Si bien hasta el momento no se han registrado víctimas fatales, los equipos de emergencia han debido desplegarse para atender a los heridos y monitorear los daños.
Las autoridades, a través del Centro Meteorológico Nacional de China, emitieron una alerta amarilla para las próximas 24 horas por tormentas eléctricas, poniendo principal atención en eventuales deslizamientos de tierra e inundaciones.
Es por ello que instaron a la población a quedarse en sus hogares y no salir a la vía pública si no es estrictamente necesario, además de alejarse de zonas inundables.
