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Actualizado el 25 de Noviembre de 2020

Desarrollo sostenible: ¿Y ahora?

Conocimos el mundo bipolar de la Guerra Fría, la hegemonía estadounidense de los años noventa, el mundo multipolar de las potencias emergentes durante la primera década del siglo XXI. A pesar del persistente conflicto de las fuerzas políticas en la escena internacional, la pregunta ya no es relativa a saber si el mundo se recompone a partir de la dominación de tal o cual potencia, más bien se trata de saber si el mundo enfrentará los nuevos y múltiples desafíos que se presentan, como por ejemplo el cambio climático.

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Pierre Lebret es Cientista Politico UDP – La Sorbonne Nouvelle París III. Especialista en Cooperación Internacional

El mundo atravesó local o regionalmente crisis económicas, crisis sanitarias, guerras hasta el punto de agotar territorios y erradicar poblaciones. Pero el hombre siempre ha tenido la esperanza de un nuevo amanecer. Sin embargo hoy, desafíos como el cambio climático representan un fenómeno global, nuevo e irreversible.

Hace siete años que la crisis económica y financiera golpeo la escena internacional. Ustedes conocen el asunto, se trata de la especulación… cuando las finanzas imaginarias se derrumban y traen consigo consecuencias devastadoras arrojando a millones de personas en la pobreza, tanto en el Norte como en el Sur. Esta crisis económica y financiera es ante todo una crisis del modelo de desarrollo imperante. Esa concepción del desarrollo donde el crecimiento económico es el denominador común, de un capitalismo decimonónico y no controlado donde el lucro es lo que importa.

El modelo de desarrollo imperante ha sacrificado modos de vida en beneficio de procesos que supuestamente iban a generar un mayor desarrollo, ejemplo de ello son algunos de los grandes proyectos mineros o hidroeléctricos, a veces financiados por instituciones como el Banco Mundial. En oportunidades estas experiencias han generado pobreza estructural en varias partes del mundo, y el desplazamiento de poblaciones hacia grandes zonas urbanas sin protección y dificultades para encontrar nuevas oportunidades. Dejando atrás equilibrios socioambientales, y haciendo imposible retomar formas de vidas tradicionales, abandonando un conocimiento local clave para la sustentabilidad de sus territorios.

El proceso de globalización llevo la actividad económica y productiva a zonas y países donde tenían dificultad para generar puestos de trabajo, pero a costa de generar una mano de obra muy barata y en condiciones muy precarias.

Durante este año 2015, el mundo reflexiona el concepto de desarrollo y sus procesos, en el marco de la próxima Asamblea General de las Naciones Unidas donde se aprobarán los nuevos Objetivos para el Desarrollo Sostenible, así como la Cumbre sobre el Clima que será celebrada en Paris en diciembre próximo. El desarrollo debe ser pensado de manera a evitar externalidades que el mismo desarrollo puede generar. Las comunidades locales no están en condiciones de absorber las externalidades negativas del progreso. De ahí la necesidad de mayor reflexividad, se debe entender que existen procesos a los cuales atender hace imprescindible la búsqueda de cooperación. Se debe entender de una buena vez, necesitamos urgentemente ideas para relevar las fortalezas y capacidades locales en pro de encontrar caminos y lógicas nuevas para enfrentar los desafíos globales que permitan un desarrollo inclusivo y sostenible.

Hoy, el cambio climático representa un obstáculo para erradicar la pobreza extrema. De todas las crisis que ha vivido y vive el mundo, el cambio climático es una sin solución. Los más pobres son los que sufren las peores consecuencias, ya que viven en zonas vulnerables y tienen menos recursos para adaptarse y recuperarse de catástrofes.

El texto de Jeffrey D. Sachs « Earth calling the financial sector », insiste justamente que los especuladores de ayer deben ser los actores del desarrollo hoy y mañana. La finanza internacional ha contribuido al progreso en el pasado, pero desde los años 90, el mundo financiero rima más con crisis y desigualdades en vez de representar un real aporte al futuro de la humanidad. El desarrollo para todos es lo que importa!

El desarrollo debe encontrar el equilibrio entre lo productivo, lo social y lo medioambiental. La cooperación internacional debe ser capaz de contribuir junto con diversos actores públicos, privados y de la sociedad civil, a promover modelos de desarrollos sostenibles centrados en la dignidad de las personas. El mundo debe apuntar hacia una mirada por el desarrollo inclusivo y sostenible, y en un contexto medioambiental complejo, debemos más que nunca buscar los equilibrios necesarios para permitir a nuestras sociedades encontrar las oportunidades de una vida digna.

Por Claudio Cerda Videla: Antropólogo Social, profesor del Departamento de Antropología de la Universidad de Chile, trabaja en temáticas urbanas y socio ambientales.

Pierre Lebret: Cientista Político UDP, Master en Cooperación Internacional La Sorbonne Nouvelle, Paris III.

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