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Actualizado el 25 de Noviembre de 2020

Arnés y dildos para hombres transexuales, lesbianas y bisexuales

Se suele pensar que los juguetes sexuales son sólo para heterosexuales y así lo vemos, desde nuestros ojos que no ven que también existen personas lesbianas, gay, bisexuales y transexuales, que también tienen el derecho a ejercer el placer y la sexualidad usando juguetes, muchas veces con otras prácticas que nos parecen desconocidas, pero que abren las posibilidades de la sexualidad a un mundo distinto y nuevo.

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Janet Noseda es Psicóloga. Magister en psicología clínica. Especialista en género y diversidad sexual.

Es entonces, que para visibilizar que la sexualidad no es sólo heterosexual, en mi segunda visita a la tienda Japi Jane, elegí un dildo y un arnés, para escribir una columna dedicada a la sexualidad principalmente de hombres transexuales y mujeres lesbianas o bisexuales que gusten de usar juguetes para penetrar. Claro, la invitación es a que las personas heterosexuales conozcan esta práctica y se atrevan a experimentar nuevas conductas sexuales que rompan los códigos de hombre penetrador/mujer penetrada.

Los hombres transexuales, suelen ocupar en sus prácticas sexuales, un dildo amarrado que se amarra a través de un arnés a la cadera, aunque debo señalar que en muchas ocasiones, deciden no ocupar la penetración, pero eso es tema para otra columna. Por ahora, me centraré en la práctica de la penetración mediante arnés.

El dildo ocupado para penetrar, pasa a ser una extensión del cuerpo, por lo cual debe ser cómodo, al igual que el arnés que se ocupa para sujetarlo y nos debe gustar. En general, los arnés que se encuentran en el mercado son incómodos y retrasan la penetración, pues hay que acomodarlos al cuerpo a través de varias hebillas, parecidas a las que tienen las mochilas y son además, bastante costosos. Japi Jane es la única tienda que ofrece un arnés elasticado, sin molestas hebillas, por lo que se amolda rápidamente a cualquier cuerpo y lo mejor es que su precio es de $12.990. Se abrocha con un botón estilo clip y voilá… queda listo para la acción.

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Después de buscar el arnés perfecto, inspeccioné la tienda buscando un dildo que pudiera cumplir el propósito de penetración a través de arnés y encontré uno de buen tamaño, hecho a base de goma que tiene una base lisa que sirve para ocuparlo para otras prácticas, como por ejemplo pegarlo a la baldosa del baño o de la tina para una buena masturbación, lo que lo hace un dildo bastante atractivo, pues sirve para diferentes prácticas.
El dildo se adapta fácilmente al arnés y queda fuertemente sujeto. Su base, a su vez, es plana, por lo que no molesta durante la penetración, generando una fricción en el clítoris de quien penetra o en el caso de los hombres transexuales, en el micro pene (clítoris desarrollado por el uso de testosterona, que puede llegar a medir entre 5 y 8 centímetros).

Hay algunas cosas importantes de señalar. Los dildos de goma tienen que usarse con lubricante a base de agua y jamás con lubricante a base de silicona, puesto que destruyen el material del dildo. Otro aspecto es que todos y todas tenemos gustos diferentes y el dildo debe ser elegido de forma tal que nos guste y nos parezca cómodo. Por otra parte, el arnés debe quedar perfectamente sujetado a la cadera, puesto que no sería para nada entretenido que se suelte durante la penetración. Una vez que tengas elegido el dildo y el arnés perfectos para ti, estás listo o lista para la acción.

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Hay un aspecto en el que me gustaría detenerme y es el de la inmensa posibilidad de explorarse-nos, a través de otras prácticas sexuales, que no sean las heteronormativas. En efecto, los hombres transexuales no siempre utilizan la penetración en sus relaciones sexuales, lo cual para un heterosexual, parece descabellado pero la verdad es que ofrece otras prácticas, pasando del centrarnos en la penetración a la comunión de dos personas a través del afecto, que se expresa a través de sexo oral, caricias, besos, frotación estimulación manual y el recorrido del cuerpo por entero, expresando el amor a través de los sentidos. De hecho, para los hombres transexuales, la relación sexual se define por el nivel de afecto que se llega a compartir y no por la penetración del hombre a la mujer ¿Cuántas de nosotras disfrutamos mucho más cuando nuestro compañero se preocupa de expresarnos afecto y descubrir nuestras partes sensibles en vez de llegar y penetrar? Por otra parte, hay muchos hombres transexuales que se dejan penetrar por sus parejas, lo cual me parece maravilloso, pues el que un hombre sea penetrado por una mujer (utilizando el arnés, por ejemplo), rompe con todos los códigos establecidos de la masculinidad hegemónica, aquella que dice que son los hombres los activos, los penetradores, los determinados por lo fálico… dejando a la mujer en un rol pasivo, que depende del hombre. Me parece maravilloso que una mujer pueda acceder a la experiencia del penetrar, pues ello conlleva a romper con códigos que nos definen inconscientemente, en los roles estereotipados de lo masculino y lo femenino. La transexualidad tiene esa cualidad. Rompe con el género incluso en la cama.

Quisiera hacer un llamado a las mujeres a por lo menos pensar cómo sería penetrar a otro a través de un dildo con arnés ¿Cómo sería pasar de ser pasivas a activas?, ¿cómo sería penetrar? Ningún hombre va a dejar de ser hombre por ser penetrado. Quizás, se aleje de los significados de hombre hegemónico pero no explotará ni quedará con un miembro menos. Hay muchos aspectos de la sexualidad que podríamos cambiar si nos atreviésemos y nos diésemos cuenta que otras prácticas no nos hacen “menos”, sino que amplían el abanico de conductas posibles en una relación sexual, nos hacen más libres y con mayores posibilidades de expresarnos. Es por ello que la sexualidad, es a mi juicio, política o como diría Foucault, biopolítica.

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