Maltrato a animales: el primer paso de una mente criminal

“Cualquiera que esté acostumbrado a menospreciar la vida de cualquier ser viviente, está en peligro de menospreciar también la vida humana” escribió el doctor humanitario Albert Schweitzer. Lamentablemente casos de personas que menosprecian la vida de los animales hay por montones en Chile.

Por ejemplo, el caso de un grupo de tres jóvenes que arrojaron con fuerza a un gato hacia una quebrada en Valparaíso. O el de una perra preñada que fue lanzada a la mar amarrada de un cordel en Iquique. Y quizás el más mediático fue el del hombre de 75 años que tenía a su perra amarrada del cuello y la arrastró desde su camioneta en marcha, en Alhué. El animal no solo fue ahorcado sino que se desmembró.

Estos tres casos chilenos que parecen dignos de películas de terror, son solo algunos de los que se ha sabido en menos de un mes. Cualquiera que se considere activista o al menos amante de los animales sin duda siente tristeza, estupor, indignación o impotencia al saber de estos hechos. Y quienes no son especialmente simpatizantes del reino animal, al menos no debieran estar indiferentes ante estos horribles hechos.

Según GEPDA (Gente por la Defensa Animal), asociación mexicana sin fines de lucro que se dedica a la defensa, protección y bienestar animal, los estudios realizados por el FBI en casos de maltrato y asesinatos de animales han convencido a los sociólogos, legisladores y a las cortes de que los actos de crueldad hacia los animales pueden ser la primera alerta de una patología violenta que incluiría posteriormente violencia en contra de vidas humanas.

Es así como en lugar de menospreciar o bajarle el perfil a estas situaciones, la comunidad debería exigir más castigo para las personas que maltratan, torturan y matan animales, buscar señales de violencia dentro de las familias de los agresores y exigir tratamientos continuos. La población debe aprender que el maltrato hacia cualquier ser vivo es inaceptable y nos expone a un peligro.

Por ejemplo, se debiese exigir en las escuelas y colegios que se tome muy en serio el maltrato hacia los animales por parte de un alumno. La autoridad tendría que enviar un mensaje a la población advirtiendo que la violencia contra cualquier ser vivo es inaceptable. No se debiesen pasar por alto esos actos de crueldad a un animal, por mínimos que sean y aunque sean ocasionados por un menor. Lo ideal sería primero hablar con sus padres y luego recurrir a una asistente social si es posible y se estima conveniente

También se debiese revisar cuidadosamente cualquier señal de maltrato o descuido a animales. Si un menor le informa a alguien que se está maltratando o descuidando a un animal, habría que tomarlo muy en serio, ya que muchos niños si bien no siempre hablan de sus propios sufrimientos, les es más fácil hablar cuando son testigos del maltrato a un animal.

Por otro lado, estudios realizados por el FBI aseguran que un gran porcentaje, aproximadamente un 70% de los criminales asesinos, comienzan matando y torturando animales en su minoría de edad. Robert  K. Ressler, fundador de la unidad de ciencias del comportamiento del FBI, desarrolló algunos perfiles de asesinos en serie, quienes contaban con este antecedente.

Ya a partir de este 2016 el FBI comenzará a investigar casos de crueldad animal a nivel nacional. Con esto se pretende que la ley ayude a la investigación y a detectar los indicadores tempranos de cuando una persona será violenta contra un ser humano. Otro porcentaje considerable es el que da Homero Cabanas, titular de la Comisión de Bienestar Animal en Uruguay, quien asegura que el 98 % de los asesinos seriales empezaron matando animales.

¿Qué está sucediendo en Chile al respecto? Comparado con países desarrollados, estamos lejos de llegar si quiera a una condena ejemplificadora  para los maltratadores de animales. Si bien existen organismos a los cuales recurrir, como la BIDEMA, que es la rama de la PDI que se dedica a los delitos que atentan contra el medio ambiente, o también se puede hacer denuncias ante la Fiscalía, rara vez se ha llegado a castigos en casos donde el maltrato y la crueldad hacia algún animal es evidente.

Existe la Ley 20.380, la cual establece normas destinadas a conocer, proteger y respetar a los animales como seres vivos y parte de la naturaleza, darles un trato adecuado y evitarles sufrimientos innecesarios. Pero retomando el caso de la perra que fue llevada colgando de su cuello desde un auto en marcha, habiendo testigos y un video que registró todo, la persona responsable sólo fue formalizada y tiene posibilidades de salir libre porque su familia apeló a que está demente.

No nos extrañe entonces que este hombre después le haga daño a un niño, a una mujer o a cualquier otro ser más débil que él. Si ya tuvo la sangre fría para matar a un animal de la cruel manera que lo hizo, ¿qué le impide cometer otro crimen más adelante?