Chiloé: La Crisis de la Regionalización
¿Queremos seguir manteniendo este hiperpresidencialismo o queremos pasar, por ejemplo, a un sistema federal atenuado como lo han llamado algunos? Esa es la discusión de fondo: cuál es el sistema de Gobierno que queremos para Chile, cuál es el sistema de Administración que Chile necesita hoy para poder alcanzar el desarrollo en condiciones de justicia y equidad a lo largo del territorio nacional.
Daniel Ibáñez es Presidente de la Fundación Participa
La profunda crisis socio ambiental que vive Chiloé, provocó que se acabara la paciencia y que los ciudadanos salieran a las calles a demostrar su descontento frente a la poca capacidad del Gobierno para enfrentar la crisis, y si bien se han comprometido aportes mediante bonos solidarios a los afectados, esto constituye una solución transitoria, sin que exista una propuestas de fondo, lo cual deja en evidencia la incapacidad estructural de la clase política para realizar un diagnóstico de lo que efectivamente está ocurriendo, y dejar de entender este tipo de casos como algo coyuntural.
El caso de Chiloé no es aislado, antes existieron fuertes movilizaciones en otras zonas del país como Atacama, Tocopilla, Juan Fernández, Magallanes y la emblemática movilización social de Aysén el 2012. En todas estas vimos al Gobierno de turno movilizarse frente a pliegos de peticiones, pero sin lograr comprender el problema estructural que todas estas movilizaciones tienen como factor común: el modelo de desarrollo y la falta de descentralización.
Y para ser justos, hay que ser claros en expresar que este no es un problema de bonos más o bonos menos, tampoco es un problema de esta Administración. El problema de fondo es político, es de cómo miramos el desarrollo del país y de sus regiones, y esto es algo que sobrepasa a un Gobierno de cuato años, es un problema de Estado.
En ese sentido, se hace necesario impulsar el debate en torno a profundizar la descentralización, urge la necesidad de otorgar mayor poder a las regiones, que sean éstas las que decidan en sus territorios. Todos estas crisis que se han generado en los últimos años en las regiones, nos plantean la necesidad de cuestionarnos la posibilidad de reivindicar el regionalismo y porque no el Federalismo como forma de Gobierno para nuestro país, de la necesidad de cambio de un régimen hiperpresidencialista como el actual a un régimen semipresencial, debate que necesariamente debemos dar en el proceso constituyente que hoy se encuentra en marcha.
Las regiones, sin duda, requieren más y mejor autonomía. Sin embargo, esto hay que saber enlazarlo con la idea de una nueva Constitución y con qué sistema de Gobierno queremos. Tiene que ver con eso, ese es el tema de fondo, cuál es el sistema de Administración Estatal y de desarrollo que queremos para Chile. ¿Queremos seguir manteniendo este hiperpresidencialismo o queremos pasar, por ejemplo, a un sistema federal atenuado como lo han llamado algunos? Esa es la discusión de fondo: cuál es el sistema de Gobierno que queremos para Chile, cuál es el sistema de Administración que Chile necesita hoy para poder alcanzar el desarrollo en condiciones de justicia y equidad a lo largo del territorio nacional.
Que el Gobierno pueda dar urgencia a la discusión del Proyecto de Ley que establece la figura de gobernadores regionales electos en reemplazo de los actuales intendentes, y el Proyecto de Renta Regional, resulta fundamental para comenzar a avanzar en soluciones de fondo al problema de la descentralización, pero esto tiene que ir de la mano necesariamente con el debate constitucional, respecto al sistema político administrativo que queremos darnos.