Violencia psicológica: golpes invisibles que te pueden enfermar
Te invito a aprender a reconocer en tu dolor, en tu estrés, en tu miedo y en tu ansiedad, los golpes invisibles, los síntomas del maltrato psicológico y no confundirlos con amor.
Hugo Huerta es Psicólogo especialista en Trauma Complejo del Desarrollo
Quiero hablar sobre la violencia psicológica en las relaciones de pareja, porque es una problemática cada vez más frecuente y también porque la mayoría de las veces las víctimas transitan su dolor pensando que “así es el amor”, lo que puede generar graves consecuencias en su salud física y mental.
Desde luego que este es un tema relevante para nuestra sociedad, por lo que hago un llamado a erradicar el machismo en todas sus manifestaciones y a su vez enfatizar que cuando se intenta controlar a una mujer mediante amenazas, humillaciones y presiones emocionales con el propósito de hacerlas sentir inseguras, sin control de sus vidas y decisiones, se está ejerciendo violencia psicológica.
Indiscutiblemente cuando hablamos de violencia, en general es más fácil entenderla desde casos más evidentes como la violencia física o la violación, pero, ¿qué sucede cuando el golpe es invisible? La Declaración sobre la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer de las Naciones Unidas, en su artículo 1°, la define como “todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada”.
Es aquí donde me quiero detener para hacer un llamado de alerta, ya que lamentablemente cuando representamos en nuestras mentes a un maltratador psicológico, solemos imaginarlo como una caricatura, una persona claramente “mala” que lastima en forma evidente. Pero si esta fuera la realidad, la detección y prevención de esta problemática sería más fácil. Sin embargo, no siempre es así. El maltratador más peligroso no se presenta de esa forma, sino que lo hace como un “lobo vestido con piel de oveja”, ya que la violencia la suele encubrir justificándola como un acto de amor y preocupación. También es muy común que manipule a su pareja utilizando el miedo y la culpa como dinámicas de chantaje emocional.
Quiero compartir algunos ejemplos de violencia psicológica muy comunes, si detectas alguno de ellos, debes frenarlos enseguida o buscar ayuda:
1-“Soy muy tímido y tu eres todo para mí”.
2-“Le has dado like a fotos de otros chicos, sé que son mejores que yo y está bien si quieres estar con alguno de ellos”.
3-“Te pregunto con quién vas a estar porque te amo y me muero si te pasa algo”.
4-“Creo que ahora que estamos juntos, no deberías tener en tu Instagram a tus ex pololos”.
5-“¿Ese estado que pusiste, es para que otros hombres te inviten?”
6-“Seguramente cuando comiences a trabajar ahí, te van a llover propuestas de otros hombres”
7-“Vi que estás siguiendo a tu ex, ¿por qué me haces sufrir así?”
De esta forma y otras más sutiles, el maltratador psicológico va insertando “camufladamente” su control sobre tu vida. Cada una de estas frases, expresadas en el momento preciso, irá generando altos niveles de estrés en tu organismo. Esto implicará dolor físico, porque el estrés es la preparación del cuerpo y la mente para enfrentar un peligro, en consecuencia, podrías sentir el golpe de adrenalina en tu corazón, que se acelerará, incluso con riesgo de ciertas afecciones cardíacas como la miocardiopatía por estrés.
En situaciones de violencia/riesgo aumenta el cortisol en la sangre, lo que producirá en tu cerebro una sensación de alerta y disminuirá tu capacidad para pensar con claridad desde diversas perspectivas, acrecentando así la posibilidad de tomar malas decisiones a favor del maltratador.
Estos momentos en que tu pareja dice cosas que te estresan o te generan ansiedad, representan el “golpe Invisible” del maltratador psicológico, que daña tu mente y tu cuerpo por dentro, dejándote en un estado de angustia, preocupaciones y dolores orgánicos evidentes en tu corazón, sistema digestivo e incluso musculatura, con posibilidades de que tu sistema autoinmune se deprima y adquieras un sinnúmero de posibles enfermedades en corto, mediano y largo plazo.
Puede que te des cuenta de este maltrato de alguna forma y simplemente “te canses” de esa relación, pero seguramente el maltratador psicológico no dejará de ser violento porque tú se lo pidas, sino que por el contrario, continuará haciéndote sentir triste o arrepentida por tu decisión con amenazas de suicidio directas o indirectas, chantajes u otras formas más románticas, apelando a motivos “místicos” como “ser almas gemelas”.
Te invito a aprender a reconocer en tu dolor, en tu estrés, en tu miedo y en tu ansiedad, los “golpes invisibles”, los síntomas del maltrato psicológico y no confundirlos con amor. Si eres víctima de violencia, te darás cuenta de que es una experiencia muy difícil y dolorosa, porque el maltratador psicológico se habrá encargado de darte muchas experiencias bellas mezcladas con mucho dolor, de manera que te será difícil el proceso de desapego.
Si estás pasando por esta situación, es hora de pedir ayuda a personas de confianza y contar lo que estás pasando para formar una red de apoyo, tal como si se tratara de violencia física. También es el momento de buscar ayuda profesional para que mediante un proceso psicoterapéutico, puedas entender y sanar tus heridas emocionales, como también reconstruir tu autoestima.
Espero haber aportado a tu consciencia y con esto a la disminución de la violencia psicológica en las parejas. Recuerda siempre que el amor sano no causa dolor.