Efectos de la pandemia en Pymes: sostenibilidad y equidad económica
Me atrevo a sugerir a las diversas instancias que les compete, incentivar con mayor fuerza la realización de un trabajo de colaboración entre la Educación Superior Técnico Profesional y el sector Pyme, orientado en lograr mayor desarrollo de las empresas y la incorporación de innovación tecnológica y no tecnológica en pos de asegurar la sostenibilidad de éstas, y a su vez apostar por un desarrollo económico del país más sostenible y equitativo.
Según un estudio del Ministerio de Economía, el impacto de la pandemia ha sido mucho mayor en el caso de las empresas más pequeñas. AGENCIA UNO/ARCHIVO
Lucía Pardo es Rectora Instituto de Estudios Bancarios Guillermo Subercaseaux. Consejera de Vertebral
Para concientizar acerca de su indiscutible contribución a un desarrollo económico, sostenible y equitativo de los países, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió designar cada 27 de junio como el Día de las Microempresas, Pequeñas y Medianas Empresas.
El Consejo Internacional para la Pequeña Empresa informa que este tipo de negocios, formal e informal, representan sobre el 90% del total de las empresas, generan entre 60% y 70% del empleo y son responsables del 50% del Producto Interior Bruto (PIB) a nivel mundial. En Chile, según el Ministerio de Economía (2019), el sector Pyme aporta el 17% del PIB, representa el 13,1% del total de las ventas y son responsables de la generación del 53,3% del empleo (Hermann Consultores).
En la actualidad, la contingencia sanitaria pone en evidencia la vulnerabilidad económica del sector Pyme y microempresarial, amenazado por las dificultades que genera adaptarse a condiciones de confinamiento de la población y restricciones en la compra y venta física de productos y servicios, decretados para contener la propagación del Coronavirus.
En esa línea, un reciente estudio del Ministerio de Economía, en base a datos del Servicio de Impuestos Internos (2019-2020), cifra este impacto en medidas de caídas de ventas, empleo y salarios en la micro, pequeña, mediana y gran empresa, de forma que, si bien el impacto resulta generalizado, el efecto es mucho mayor en el caso de las empresas más pequeñas.
Al mismo tiempo, resulta sorprendente el espíritu emprendedor de las personas en micronegocios y empresas Pyme, puesto que, así como muchos negocios nacen, otros frecuentemente mueren. Según información de Sercotec, sobre el 90% de los emprendimientos cierran antes de cumplir los cinco años, a condición de que simultáneamente se genera un relevo permanente de nuevos negocios. Incluso en lo que va de este 2021, a pesar de los peligros de cierre por las dificultades señaladas, hay un récord de creación de sociedades (datos de la división de Estudios del Ministerio de Economía señalan que, durante enero a mayo 2021, se han creado 30.629 sociedades, cifra récord comparada con años anteriores).
En tal sentido, y haciendo un aporte en términos de abogar por la viabilidad de los micronegocios y las empresas pymes en el largo plazo, puedo compartir nuestra experiencia de trabajo en terreno realizado en este tipo de empresas con profesores y estudiantes, gracias a acuerdos de colaboración con BancoEstado, Superir, Sercotec, Santiago Innova, entre otros.
Esta ha sido una experiencia muy positiva y creadora de valor mutuo. Para el emprendedor ha significado reconocer el valor de una gestión menos intuitiva, con mayor planificación estratégica del negocio, medición y análisis contable financiera de los ingresos, costos y gastos, además del seguimiento y el control presupuestario en forma continua. De igual forma, para los estudiantes y los profesores ha significado ratificar y aplicar conocimientos y reconocer la importancia del trabajo en equipo para compatibilizar los problemas de producción, comercialización y gestión financiera, elementos requeridos para mantener la viabilidad del negocio. Pero más importante aún es la incorporación de mecanismos de flexibilidad y riesgos, anteponiéndose a la incertidumbre que rodea a cualquier tipo de emprendimiento y negocio.
Por eso me atrevo a sugerir a las diversas instancias que les compete, incentivar con mayor fuerza la realización de un trabajo en terreno de colaboración mutua mucho más sistemático y continuo entre la Educación Superior Técnico Profesional (ESTP) y el sector Pyme en diversos campos, tanto productivos como de gestión financiera y gestión comercial, orientado en lograr mayor desarrollo de empresas Pymes y la incorporación de innovación tecnológica y no tecnológica en pos de asegurar la sostenibilidad deseada por los emprendedores, y al mismo tiempo apostar por un desarrollo económico del país más sostenible y equitativo.
