Para descubrir y aprender: gobernar es conectar
Hoy, a pocos días de haberse realizado la primera vuelta Presidencial, las elecciones al Congreso y a los Consejos Regionales, niñas, niños y jóvenes siguen ausentes del debate político nacional. Volvamos a centrar nuestra atención en ellos diciendo con fuerza que, en el siglo XXI, gobernar es conectar.
Marcelo Trivelli es Ex intendente de Santiago. Presidente Fundación Semilla
“Gobernar es educar” fue el lema del gobierno de Pedro Aguirre Cerda. Han transcurrido más de 80 años y esa frase y su contenido programático pasó a ser parte de nuestra historia. Niñas, niños y jóvenes estaban entonces en el centro de la política y se miraba más allá de intereses inmediatos, dando un alto valor al futuro de las nuevas generaciones. El proyecto país era la educación.
Si tuviéramos que actualizar el lema de gobierno de Aguirre Cerda a nuestra realidad de 2021, nos atrevemos a proponer “Gobernar es conectar”, porque hoy el conocimiento está disponible a un “click” de distancia y tiempo y el desafío de la escuela debiera ser cómo desarrollar capacidades individuales y colectivas, para acceder a nuevos conocimientos, para descubrir y aprender.
El discurso pronunciado por el Presidente Pedro Aguirre Cerda el 21 de mayo de 1939 comienza así: “Gobernar es educar y bajo este firme concepto aprovecharé de toda la fuerza de que el Estado pueda disponer para despertar el espíritu constructivo de organización y perseverancia que tanto necesita la colectividad nacional y rectificar el abandono en que se ha desarrollado la educación pública que nos ha legado un considerable porcentaje de analfabetos en una época en que el adulto interviene en sindicatos, asociaciones y otras múltiples actividades que requieren cultura y comprensión patriótica”.
Existe coincidencia en que la desigualdad de la sociedad chilena tiene sus raíces en que no da lo mismo dónde se nace ni a qué escuela, liceo o colegio se asiste. Se agrega además que se necesita una generación completa para que los cambios en educación surtan efecto. Esta afirmación puede ser cierta en el antiguo sistema educacional, pero no es efectiva en las nuevas condiciones. Se pueden acortar los tiempos y para ello se necesita “aprovechar de toda la fuerza de que el Estado pueda disponer” con el objetivo de conectar a la red a cada escuela, a cada hogar, a cada persona, con el objetivo de que, en conjunto y de manera individual, puedan vivir la hermosa aventura del descubrimiento y el aprendizaje.
Para que niñas, niños y jóvenes canalicen la curiosidad por buscar respuestas a sus preguntas y desarrollen la pasión por investigar y aprender, la educación debe proveer espacios no estructurados en los cuales se incentive la creatividad. Los juegos cumplen de manera excepcional este objetivo, más aún cuando en ellos participan estudiantes y docentes sin tener la presión y la competencia por la calificación.
En Japón se asiste a la escuela para ser mejores personas. En primaria, no hay exámenes para pasar de grado y todos pasan de curso. El informe a las madres y padres no contiene notas, sino una evaluación cualitativa de rendimiento y comportamiento, además de otros antecedentes. Es un informe que permite que docentes dialoguen con apoderados y estos, a su vez, con sus hijas e hijos.
Hoy, a pocos días de haberse realizado la primera vuelta Presidencial, las elecciones al Congreso y a los Consejos Regionales, niñas, niños y jóvenes siguen ausentes del debate político nacional. Volvamos a centrar nuestra atención en ellos diciendo con fuerza que, en el siglo XXI, gobernar es conectar.