Es hora de certezas
Las certezas son cada vez más necesarias.Tenemos por delante el desafío de implementar adecuadamente la nueva ley Pro Consumidor, aplicar las normas del nuevo Reglamento de Comercio Electrónico, la reducción de la jornada laboral, el horario de cierre del comercio, el sueldo mínimo, entre otros. Asimismo, los actores del retail, en conjunto con las autoridades, deberemos identificar las posibles falencias que pudieran surgir en la práctica.
Este año que se inicia será complejo en muchos aspectos tanto económicos, sociales como políticos. Más allá de esa generalidad aplicable a cualquier comienzo de ciclo, sabemos que el nuevo período presidencial, la instalación de otros liderazgos en el Congreso, el incierto escenario económico, y los resultados de la Convención Constitucional, son ingredientes que requieren de la más alta capacidad de diálogo y colaboración, para marcar una hoja de ruta clara, que dé certezas y despeje muchas dudas.
En efecto, la colaboración y no la imposición es el camino correcto. Por ello, esperamos forjar una relación cercana, abierta y cooperativa con el futuro Presidente, su ministro de economía Nicolás Grau y también con el nuevo Congreso y todos quienes interactúan en en el ecosistema del retail, con miras a fortalecer un sector clave que, en 2022, seguirá enfrentando un escenario muy volátil y complejo. En ese sentido, la inflación, las perspectivas de crecimiento, pero principalmente las políticas públicas de gran envergadura, requieren de los más amplios consensos para lograr plena legitimidad y la reactivación de nuestra economía, después de dos años de enorme dificultad.
Las certezas son cada vez más necesarias.Tenemos por delante el desafío de implementar adecuadamente la nueva ley Pro Consumidor, aplicar las normas del nuevo Reglamento de Comercio Electrónico, la reducción de la jornada laboral, el horario de cierre del comercio, el sueldo mínimo, entre otros. Asimismo, los actores del retail, en conjunto con las autoridades, deberemos identificar las posibles falencias que pudieran surgir en la práctica, para trabajarlas en pos de una solución que le haga bien a Chile.
Estas transformaciones requieren de diálogo y acercamiento de posiciones, pues cualquier política trascendental afectará a los diversos sectores de la economía por un período de tiempo de larga duración. Queremos escuchar y ser escuchados. El país así lo requiere.