También deberes y más humanidad – Quinta parte – desmenuzando el texto constitucional propuesto
Se enfatiza la importancia de los niños y adultos mayores, al consignarse que toda persona, institución o grupo debe velar por el respeto de su dignidad. Se obliga al Estado ofrecer mecanismos de apoyo y acompañamiento a la maternidad y a la crianza.
Christian Aste es abogado
Centrados en las innovaciones y no en lo que se repite, el texto constitucional propuesto privará de la ciudadanía a quienes sean condenados por trata o tráfico de personas, así como los cometidos por autoridades o funcionarios públicos en el ejercicio de sus funciones. Se precisa que deberán indemnizarse tanto las requisiciones que se practiquen durante los estados de excepción, como las limitaciones que se impongan al derecho de propiedad, en caso de que ellas importen privación de alguno de sus atributos o facultades esenciales. Resulta significativo también, que se establezca del mismo modo que lo hacen las constituciones de China (artículo 33), Rusia (artículo 59), Japón (artículo 10), y Brasil (artículo 5), que los ciudadanos tienen también deberes, y que entre ellos se incluya el que deban respetarse y comportarse fraternal y solidariamente, que deban honrar la tradición republicana, defender y preservar la democracia, y observar fiel y lealmente la Constitución y la ley.
Destaca el deber que se quiere imponer a todos de contribuir a preservar el patrimonio ambiental, cultural e histórico de nuestro país, y que sea también una obligación proteger el medio ambiente, considerando las generaciones futuras. Si se aprueba el texto que se quiere proponer, tendremos la obligación constitucional de respetar y honrar nuestra patria y sus emblemas nacionales. Los funcionarios públicos tendrán el mandato constitucional de desempeñar fiel y honradamente sus cargos, y dar estricto cumplimiento al principio de probidad. Todos los habitantes de la República tendremos el deber de combatir la corrupción y contribuir al sostenimiento del gasto público mediante el pago de tributos de acuerdo con la capacidad económica que cada uno tiene. Se establece como un deber ciudadano el votar en las elecciones y plebiscitos, y defender la paz y usar métodos pacíficos para la acción política.
Un sello que nos diferenciaría positivamente y que hablara sin duda muy bien de nuestra civilidad, es el deber que se nos quiere imponer a todos los habitantes de Chile, de asistir, alimentar, educar y amparar a nuestros hijos, respetar a nuestros padres, madres y ascendientes (abuelos), asistirlos, alimentarlos y socorrerlos cuando lo necesiten, aplicándose siempre la reciprocidad, para impedir que los hijos tengan esta obligación respecto del padre o madre que lo abandonó o que no se hizo cargo de su manutención.
Se enfatiza la importancia de los niños y adultos mayores, al consignarse que toda persona, institución o grupo debe velar por el respeto de su dignidad. Se obliga al Estado ofrecer mecanismos de apoyo y acompañamiento a la maternidad y a la crianza. La Constitución propuesta no se limita a esto, pues va más allá, y cumpliendo el sueño de muchos que queremos a los animales, obliga al Estado y también a las personas de promover su protección, bienestar y respeto. También lo hace y hay que subrayarlo respecto de las personas con capacidades especiales, pues se enfatiza que le compete al Estado promover su participación activa como también garantizarles igualdad de oportunidades en todos los ámbitos de la sociedad, y en particular velar por las formas de comunicación apropiadas, así como por las medidas de acceso a la información que correspondan.