Desafíos pendientes en la Educación Técnico Profesional
Un punto positivo es la percepción de que la Educación Media Técnico Profesional (EMTP) ofrece una formación práctica y aplicada, que dota a los estudiantes de habilidades técnicas relevantes para diversas industrias. Esto no solo aumenta sus posibilidades de empleabilidad, sino que también les proporciona una ventaja competitiva en un mercado laboral cada vez más exigente y especializado.
Mauricio Bravo es director Evaluación y Políticas Públicas CILED - UDD
En el contexto del Día de la Educación Técnico Profesional, resulta indispensable reflexionar sobre la percepción y valoración pública de esta modalidad educativa, tal como lo revela la Encuesta de Opinión Pública realizada por el Centro de Innovación y Liderazgo Educativo (CILED) de la Universidad del Desarrollo.
Los resultados del estudio muestran que la sociedad chilena reconoce el valor de la educación técnica como una vía formativa clave para el desarrollo económico y social del país. Sin embargo, también evidencia desafíos significativos que requieren atención urgente. A pesar de su alta valoración social, persisten prejuicios que limitan la elección de esta modalidad, sobre todo entre las familias y los propios estudiantes.
El estudio destaca la necesidad de mejorar la calidad y pertinencia de la educación técnico-profesional, reforzando la conexión con el sector productivo y actualizando los planes de estudio para que estén alineados con las demandas del mercado laboral. Asimismo, es fundamental promover la igualdad de oportunidades para que todos los estudiantes, independientemente de su contexto socioeconómico, puedan acceder a una educación técnico-profesional de calidad.
Un punto positivo es la percepción de que la Educación Media Técnico Profesional (EMTP) ofrece una formación práctica y aplicada, que dota a los estudiantes de habilidades técnicas relevantes para diversas industrias. Esto no solo aumenta sus posibilidades de empleabilidad, sino que también les proporciona una ventaja competitiva en un mercado laboral cada vez más exigente y especializado.
Asimismo, es necesaria la integración de tecnologías en la EMTP, para permitir que sus estudiantes adquieran competencias digitales de vanguardia. Este enfoque no solo prepara a los jóvenes para el presente, sino que los habilita para enfrentar los desafíos del futuro.
En lo particular, la EMTP tiene el potencial de ser un motor de desarrollo para nuestro país, pero para ello es necesario un compromiso conjunto entre el Estado, las instituciones educativas y el sector privado. Solo así podremos garantizar que la EMTP sea una elección valiosa y estratégica para el futuro de nuestros jóvenes y de Chile.