Salud mental: niños, niñas y adolescentes en residencias
Necesitamos con urgencia que el Minsal, la Subsecretaria de la Niñez y el equipo de implementación del Nuevo servicio de Protección Especializada consideren recursos de manera permanente y sostenida en el tiempo para dar respuesta a las necesidades integrales y prioritarias de salud mental.
Señor director:
La pandemia deja en evidencia la grave carencia en atención de salud mental para atender a niños, niñas y adolescentes (NNA) que están bajo el sistema de protección especializada. Las residencias tenemos el deber de dar una respuesta oportuna para reparar traumas y heridas producto de las graves vulneraciones de derechos. Pero nos sentimos impotentes, ya que no se cuenta con una red pública de apoyo que permita prevenir, contener y tratar esos sufrimientos.
Estimamos que alrededor de un 44% de los niños, niñas y adolescentes presentan graves problemas de salud mental, de los cuales alrededor del 12% está en espera de atención y un 19% está siendo atendido en la red privada. Esto evidencia la proporción de NNA en los hogares, especialmente adolescentes que suelen descompensarse afectando su salud y bienestar, así como de los demás niños y niñas que viven junto a ellos en la misma residencia. Hacemos grandes esfuerzos por formar al personal y desarrollar actividades que permitan la contención emocional. Sin embargo, reconocemos que solos no podemos.
Necesitamos con urgencia que el Ministerio de Salud, la Subsecretaria de la Niñez y el equipo de implementación del Nuevo servicio de Protección Especializada consideren recursos de manera permanente y sostenida en el tiempo para dar respuesta a las necesidades integrales y prioritarias de salud mental de los niños, niñas y adolescentes que están en el sistema de cuidado alternativo. Pero, para abordar la urgencia, solicitamos la conformación de una mesa de salud mental a nivel central y regional, con la participación de las organizaciones para abordar los casos urgentes y no tener que lamentar nuevamente situaciones que impacten en la integridad física de los niños y niñas que atendemos.