Propuestas presidenciales respecto al agua: entre la política, la ideología y la técnica
A pocos días de las elecciones, una revisión de los programas de los presidenciables muestra que la gestión de nuestros recursos hídricos sí es un tema, al menos para la mayoría de ellos. Pero, la pregunta es: ¿Se hacen cargo de estos problemas apoyándose en la ciencia y la experiencia, o simplemente listan objetivos deseables pero sin cuantificar recursos, tiempos y efectos a mediano y largo plazo?
Señor Director:
Los problemas de la gestión y protección de los recursos hídricos en Chile debieran ser un tema de importancia política. La necesidad de tomar decisiones, priorizar recursos públicos, ajustar regulaciones y coordinar alianzas de los diferentes actores en torno a un recurso de uso común, como el agua, requiere de voluntad, decisión y claridad en la conducción de una sociedad organizada.
La ideología, por su parte, históricamente no le ha hecho muy bien al tratamiento de estos problemas, ya que por regla general lleva a propuestas de cambios radicales, dificultan la transición en lógicas polarizadas, y alejan las posiciones en un debate más de titulares que de soluciones prácticas. La técnica, tan vilipendiada por algunos actores políticos, en materia de recursos hídricos y ciencias ambientales es la base para avanzar, mediante procesos, propuestas y acuerdos de soluciones, innovación de mejoras para el uso, restauración y preservación de las fuentes naturales de agua. Sobre ellas, los seres humanos somos meros interventores sometidos a las leyes de la naturaleza; mientras mejor las conozcamos y actuemos conforme a ellas, estaremos mejor.
Es con esa óptica que creo que deben revisarse las propuestas de los presidenciables. A pocos días de las elecciones, una revisión de sus programas muestra que la gestión de nuestros recursos hídricos sí es un tema, al menos para la mayoría de ellos. Pero, la pregunta es: ¿Se hacen cargo de estos problemas apoyándose en la ciencia y la experiencia, o simplemente listan objetivos deseables pero sin cuantificar recursos, tiempos y efectos a mediano y largo plazo? Es de esperar que al menos en este tema bajemos de los titulares y las grandes declamaciones a acciones concretas, realizables y medibles. Este es un tema en que la política debe apoyarse en la ciencia, y aprender de la historia, con sus aciertos y errores. Ya no hay tiempo para promesas, se requiere acción y responsabilidad. Esperemos que nuestros representantes, y todos nosotros, estemos a la altura.
Camila Boettiger,
Investigadora Centro Derecho Regulatorio y Empresa UDD