Los 12 impactantes errores que cometió la Onemi y el Shoa los minutos después del terremoto del 27/F
El 27 de febrero de 2010, la noche del fatal terremoto, fue el día en el que se cometieron los principales errores en la historia de la Onemi y el Shoa, los que terminaron con la muerte de un total de 32 personas, a causa de un tsunami no alertado a la población.
Que durante los minutos posteriores al terremoto, que ocurrió el 27 de febrero del 2010 y que tuvo una magnitud de 8.8 grados, las autoridades no reaccionaron con rapidez es sabido por la gran mayoría (lo hicieron cinco horas después de ocurrida la tragedia), y que la Onemi no alertó a la ciudadanía con tiempo, también.
El Centro de Investigación, Ciper Chile, dio a conocer cuáles fueron los principales errores cometidos tanto por la Oficina Nacional de Emergencias, como por el Shoa, que impidieron dar una alerta temprana a la población y actuar rápidamente, lo cual podría haber incidido directamente en la muerte de al menos treinta personas.
1. La primera advertencia desde Biobío que no se consideró en la Onemi
A sólo minutos de ocurrido el terremoto, el jefe de la Onemi de la región del Biobío, Jorge Henríquez, llamó al Centro de Alerta Temprana de la Onemi, para reportar que el sismo había sido grado de IX a X en la escala de Mercalli, a lo que, quien recepcionó su llamado (cuya identidad aún no se conoce con claridad) le aseguró que se trataba de un grado VII.
Frente a esto Henríquez le respondió irritado: “Mira conchetumadre, esto es un terremoto y es grado IX a X”
La ex directora de la Onemi, Carmen Fernández, asegura que de haber conocido estos antecedentes, se habrían podido tomar otro tipo de decisiones, como llamar a evacuar las zonas costeras, lo que no hicieron por esperar la información del Shoa.
2. Un mensaje desde Hawaii
A las 3:39 de la madrugada del 27 de febrero, el Pacific Tsunami Wraning Center de Hawaii, envió mensaje de observación al Shoa, con los primeros datos de magnitud del sismo, señalando que éste había sido de 8.5 grados Richter. Sin embargo el Shoa no conoció este informe, debido a que la señal se cortó. Por lo que debieron esperar señal del satélite, pero que sólo reporta cada una hora.
3. A 15 minutos del sismo
En el CAT, mientras comenzaban a llegar las olas a las costas del sur de Chile, los operarios de turno, enviaron los datos por radio a la red de protección civil, y se informó, producto de la tensión, que la magnitud del sismo en Concepción, había sido de 7 grados, y no consideraron la información de Henríquez.
En tanto en la región de el Maule y Biobío no pudieron establecer contacto con la Onemi, lo que incidió en que no se tuviera información sobre avistamiento de olas destructivas en esos lugares, lo cual habría permitido lanzar la alerta de tsunami.
4. Problemas con el idioma
Después de que desde Hawaii enviaran el primer informe con la magnitud, y ante una nula confirmación por parte del Shoa, se volvieron a comunicar con Chile, pero esta vez por teléfono, donde se produjo otro problema más: quien contestó, el cabo Jorge Araya, no hablaba inglés. Por lo que un geofísico cubano, que trabajaba en la oficina en Hawaii debió entregar el mensaje.
5. Sólo 70 instalaciones estaban funcionado
Cuando desde el Shoa se decidió lanzar la alerta de tsunami, por correo electrónico, fax y radio, tanto a la Onemi como a 70 intalaciones de la red naval y marítima Genmercalli, sólo ocho recibieron el mensaje. Pero desde el Shoa pensaron que todos habían recibido la señal, y no esperaron la confirmación de las otras localidades.
6. El epicentro habría sido en tierra, según la Onemi
Tras la señal emitida desde el Shoa aseguran que cuando se emitió el mensaje por radio a la Onemi, donde se advertía la presencia de un eventual tsunami, no se hizo pública esta información ya que, desde la Oficina Nacional de Emergencias, negaron esos hechos, y dicen que se les avisó que el epicentro era en tierra y eso descartaba la alerta de un maremoto.
7. “Alerta de tsunami”
Tras el cruce de información entre la Onemi y el Shoa, Carmen Fernández pidió que la información fuera enviada por escrito, donde desde el Shoa, el teniente Andina dio la orden de enviar un fax que se titulara con “Alerta de tsunami”, y dispuso que se incluyeran las horas probables de arribo de las olas a las costas. Pero Malfanti, jefe de turno en la Onemi, descarto dar la alerta, por entender que no habían llegado las primeras olas, sin embargo ya había llegado una segunda ola a Pichilemu. Además se señaló desde la Onemi, que lo que se les envió vía fax, había sido una alerta, no una alarma, que es cuando se ha confirmado la presencia de olas en las costas.
8. “¿Cómo estamos para cancelar?”
A cincuenta minutos desde que el Shoa enviara por fax la alerta de tsunami, el director de esta institución, el comandante Mariano Rojas, preguntó en voz alta: “¿cómo estamos para cancelar?”, y ante el silencio de quienes estaban ahí, incluido Andina, envió un nuevo mensaje cancelando la alerta de tsunami.
Tras la errada decisión de Rojas, se cometió uno de los más bochornosos episodios de la Armada, dejando comprometido al organismo en la muerte de al menos 32 personas, que fallecieron arrastrados por olas que llegaron después de una hora de enviado el nuevo mensaje.
9. La única oceanógrafa del Shoa no fue escuchada
Cuando la oceanógrafa jefa de la sección tsunamis del Shoa, llegó a las inmediciones donde trabajaba, ordenó unos documentos, y notó que se había cancelado la alerta de maremoto. Extrañada preguntó a su superior, el capitán Enríquez, por qué se había tomado esa decisión, a lo que éste respondió que los mareógrafos indicaron que el mar comenzaba a estabilizarse. Posteriorimente se dirigió a los gráficos, y se dio cuenta de que era muy posible que llegaran más olas destructivas a las costas chilenas.
Cuando le aviso de sus apreciaciones a Enríquez, y le avisó que se debía dar alerta de tsunami, y no sólo eso, establecer una alarma de tsunami. Donde el capitán desestimó sus dichos.
Sin embargo ella, debido al protocolo de la Armada, no informó al comandante Rojas de sus impresiones, sino que siguió asistiendo a su superior directo, Andrés Enríquez.
10. Una variación anómala de sólo 20 centímetros
A las 5.17 de la madrugada la Onemi consultó por Juan Fernández al Shoa, cuando hace 47 minutos ya había entrado la primera ola al archipiélago. A las 5.18 el Shoa informó a la Oficina Nacional de Emergencias, que sólo había una variación anómala de veinte centímetros en el nivel del mar.
11. “Confirmo tsunami en basetalc”
Otra alerta que llegó hasta el Shoa, fue desde la base naval del puerto de Talcahuano, quienes a través de un mensaje de texto enviado por el capitán Rodrigo Núñez Gundlach a Cecilia Zelaya anunciaron que “confirmo tsunami en basetalc. Nmm 6 metros en Fuerza Sub. Una ola inundó sin rompiente”. El mensaje que fue enviado a las 5:34, 26 minutos antes del arribo de la mayor ola al puerto, debía considerarse un avistamiento de un observador entrenado, ya que Núñez había sido jefe del Departamento de Oceanografía del Shoa, sin embargo el comandante Rojas asegura que este fue recibido a las 6:43.
12. Ya no hay más alerta de tsunami
Cerca de las 5:20 de la mañana, el ex intendente de la octava región, Jaime Tohá, comunicó a radio Biobío que no había alerta de tsunami, donde señaló que el dato había salido del contralmirante Roberto Macchiavello, jefe de la segunda zona naval, quien además informó de lo mismo al cuerpo de Bomberos de Talcahuano y al jefe de la 8º zona policial, Eliecer Solar. Cuando miles de personas escucharon este mensaje por las radios, decidieron retornar a las áreas de riesgo en Talcahuano y Dicharo, donde más tarde las olas cobrarían más vidas.