La marca de un atentado: El Museo de la Memoria exhibirá nuevos objetos del matrimonio Prats-Cuthbert
El año pasado, las hijas del matrimonio donaron el anillo de compromiso de su madre y la gorra del general Prats que estarán en exhibición a partir del próximo sábado. “Con esto quisimos que mi madre tuviera un lugar destacado en el museo y con la gorra demostrar que no todos lo militares son iguales”, dice Sofía Prats.
El 30 de septiembre se conmemoran los 41 años del asesinato del ex general Carlos Prats y su esposa Sofía Cuthbert. A la colección de objetos, cartas y fotografías del matrimonio que se exhiben en el Museo de la Memoria, se integrará la gorra del general y el anillo de compromiso que usó su esposa y que nunca se quitó durante los 30 años que estuvieron juntos.
Se engrosa así la colección. Ya era conocido el relato del reloj de Prats marcando las 00:40, el momento exacto del estallido de la bomba. Ahora, después de cuatro décadas, se conoce la historia del anillo, de su esposa Sofía. Las quemaduras en el oro blanco son la marca indeleble del atentado, pero que la recuerdan a ella y se exhibirá en un pequeño homenaje, en el Museo de la Memoria.
Un ejemplo de donaciones similares fueron los pasaportes de los exiliados que estaban marcados para impedir su regreso al país, o en un ejemplo más reciente, el mes pasado, cuando Chilevisión entregó al Centro de Documentación del museo las fichas de Colonia Dignidad después de emitir un reportaje sobre el tema.
La última noche en Palermo
En las primeras horas del último domingo de septiembre de 1974, un artefacto explosivo a control remoto fue accionado para hacer explotar el vehículo de Carlos Prats, quien estaba al interior junto a su esposa, Sofía Cuthbert, en la calle Malabia del Barrio de Palermo (Buenos Aires). Según un parte policial, los restos del automóvil se hallaban esparcidos en un radio de 50 metros. La crudeza del acto quedó en la retina de los chilenos e impactó a la opinión pública.
En Chile, la justicia condenó a nueve personas como autores intelectuales y materiales del delito, además de cómplices. Por su parte, la justicia argentina fijó cadena perpetua para el agente de la DINA Enrique Arancibia Clavel. En sus confesiones el agente de la DINA, Michael Townley, reveló que los días previos al asesinato fue la sombra del ex general, que en ese entonces trabajaba como gerente de relaciones públicas de la empresa Cincotta del barrio Palermo. Así logró entrar al estacionamiento y atar el explosivo a la parte central del auto.
Sofía Prats, la hija mayor del matrimonio dice que siempre se habla de la muerte de su padre, mientras que el recuerdo de su madre quedó relegado a un segundo lugar. “Nos dimos cuenta con mi hermana Angélica que en el lugar que está dedicado a ellos en el museo, ella no tenía una presencia tangible, entonces pensamos que teníamos que buscar un objeto que fuera muy femenino y que al mismo tiempo instalara su presencia con propiedad en el momento que fue asesinada, dar el lugar que mi madre merece”, comentó a El Dínamo.
Para ella ese anillo es la esencia de su madre, una joya de oro blanco con cinco brillantes, hoy opacos por las marcas del fuego. Sofía Cuthbert siempre lo llevó consigo. “Nunca se lo quitó en 30 años de matrimonio”, dice Sofía hija, como prueba de la historia detrás de los objetos. Confiesa que donarlo fue una decisión difícil que tuvo que tomar junto a su hermana y que les costó zanjar, por lo personal, por lo que significa para la familia el anillo de compromiso de sus padres. Finalmente, decidieron compartir este recuerdo para la exhibición que se podrá apreciar en el Museo de la Memoria a partir de este sábado.
“Es un objeto muy personal de mi madre que lo teníamos guardado en la casa, es muy importante que se tenga acceso a eso. Un anillo que mi mamá usó toda su vida, porque queremos que ella tenga el lugar que le corresponde, junto al reloj de mi padre que tiene la hora marcada en el momento de su muerte. Necesitamos compartir con los chilenos y extranjeros lo que fue para nosotros la pérdida de nuestros padres. Por otra parte, decidimos donar la gorra militar de mi padre para demostrar que no todos los militares fueron iguales. No sólo mi padre fue una víctima , sino también muchos de sus compañeros que se opusieron al golpe”, dice Sofía.
Los objetos como memoria
Desde el Museo de la Memoria, María Luisa Ortiz, Jefa del Área de Colección e Investigación del museo, comenta que estos objetos que fueron donados el año pasado pasan a formar parte de una colección dedicada al matrimonio que se compone de otros objetos como la billetera y reloj del Carlos Prats, junto a colecciones de fotografías y cartas. “El año pasado se hizo un acto en el museo de conmemoración en recuerdo de ellos y ahí se concretó la donación del anillo y la gorra que se comenzará a exhibir el fin de semana que coincide con la reapertura el museo al público, después de unos arreglos de infraestructura. Toda la donación de la familia también se puede apreciar en la plataforma digital de nuestro archivo, ahí se pueden ver las imágenes tanto de los objetos como las fotografías”, comenta.
La encargada de la colección agrega que, en el caso de todas las donaciones materiales, siempre se hacen en contacto directo con las familias para documentar el contexto de lo que se está recibiendo y así revivir la historia personal de cada objeto y conocer la historia que esconde. “Nos interesa saber como se gesta esa donación, cómo se guardó y protegió ese objeto, como sucede en muchos casos, si se ocultó para protegerlo, esa es la parte de la historia y el relato de la memoria que nos interesa rescatar y transmitir”, concluye Ortiz.