De vuelta en Santiago se encuentra la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, tras un recorrido de tres días por las regiones afectadas por la catástrofe climática, que ya ha cobrado 10 víctimas fatales.
Durante la jornada, Bachelet presidirá en La Moneda el Comité de Operativo de Emergencia que estudiará la situación y los pasos a seguir en el norte.
Ayer viernes, la Mandataria viajó desde Copiapó hasta Taltal, en la región de Atacama. Allí visitó un albergue, recibiendo muestras de afecto por parte de los damnificados, consigna La Tercera.
Situación que contrasta con lo ocurrido en Chañaral, donde fue increpada por damnificados que le gritaron “no nos vuelva a mentir, señora“. Algo que en el Gobierno habían previsto, ya que originalmente la idea era que el hombre en terreno fuera el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, y no la presidenta, quien en definitiva descartó ese plan, viajando ella misma hasta Copiapó.
La mirada de los analistas
Para el director de Adimark, Roberto Méndez, la salida a terreno de Bachelet fue correcta. “Cambia la agenda para el gobierno que había estado complicado por Caval y Soquimich y enfrenta en forma muy correcta a mi modo de ver la situación del norte”.
Aunque cree que son un riesgo, como se vio en Chañaral, Gloria de la Fuente, de Fundación Chile 21, considera que con este tipo de decisiones la Presidenta “recupera un espacio que había estado perdido durante un tiempo que es su cercanía con las personas”.
Finalmente Roberto Izikson, de Cadem Plaza Pública, cree que “hasta que no se resuelvan los temas de fondo”, como los casos Caval y Penta, la aprobación se mantendrá igual, independientemente de cómo se aborde lo ocurrido en el Norte.
