"La Otra Marcha", la coordinadora LGBT que se rebela ante Iguales y el Movilh: "En ellos hay un fuerte machismo"
La agrupación que reúne a colectivos universitarios y otras organizaciones feministas y LGBT, marchará este 25 de junio desde Plaza Italia donde hay convocada una marcha del Movilh. Pero las consignas y prioridades son diferentes. "La ley de matrimonio igualitario no nos va a salvar de las balas", dicen. Y aseguran que "la discriminación de ellos va hacia todo lo que no es un hombre gay"
Ya es casi una costumbre. Será nuevamente una gran marcha que partirá en Plaza Italia y estarán presentes artistas como María Colores, Francisca Thompson, Jorge Alís y Chorizo Salvaje. Las calles se llenarán de colores y por ellas caminarán miles de “lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, intersexuales y heterosexuales”, que responden a la convocatoria del Movilh “por la igualdad y la no discriminación”.
De seguro irán también grupúsculos religiosos a predicar que todo quien pase por ahí irá al infierno y en la televisión se destacarán los disfraces más exóticos posibles. Todo bajo la consigna del “orgullo de ser tú mismo, 25 años de luchas y logros” y con el petitorio de la “Ley de Identidad de Género y Matrimonio Igualitario”.
Así será la marcha del 25 de junio convocada por el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual. Pero a diferencia de otros años, el mismo día, a la misma hora y en el mismo lugar, está convocada otra marcha LGBT. Una que busca representar a las minorías sexuales que se sienten marginadas y discriminadas por el Movilh y por la Fundación Iguales. Una que critica fuertemente las prioridades y discursos de esos movimientos. Y que cree que “no es tiempo de celebrar, hoy toca luchar”.
“Nosotros no estamos en contra del matrimonio igualitario. Lo que nosotros decimos es que si nos queremos casar nos tienen que dejar de matar“, explica Guillermo Sagredo, uno de los voceros de la organización que se llama “La Otra Marcha“, que busca posicionarse como una alternativa de representación LGBT.
El nombre tiene una historia. Ya en 2007 hubo una manifestación llamada “La Otra Marcha” de lesbianas críticas al Movilh. En 2011 y 2012 también se marchó con ese nombre. Pero en esta oportunidad, el grupo resurgió como una coordinadora de distintos colectivos de disidencia sexual y feministas, con una proyección mayor y con otra estrategia.
“La idea de ellos era hacer una contramarcha e ir a funar la marcha oficial. Y eso claramente caía mal a las personas que no entendían el rollo. Entonces nuestra parada, más que ir a funar al Movilh o algo por el estilo, que siempre se escudan en que nosotros somos violentos o que somos los encapuchados que están en las marchas, vamos a marchar dentro de la misma marcha y desde ahí explicar nuestra postura“, dice Sagredo. La manifestación también se hará en Antofagasta en la Pérgola de Avenida Brasil.
-¿Cuál es la principal diferencia que tienen con el Movilh e Iguales?
-Nuestra diferencia es de fondo y de forma. De forma porque nosotros tenemos un trabajo territorial, vamos a colegios, vamos a donde nos llamen en realidad. El Movilh lo que hace es lobby con el gobierno de turno o con cualquier diputado (…) Y respecto al fondo es un tema de prioridades. Nosotros no estamos en contra del matrimonio igualitario. Lo que nosotros decimos es que si nos queremos casar nos tienen que dejar de matar. Y para que nos dejen de matar tenemos que educar a las personas, demostrarles que somos igual de personas, pero diferentes. Y que no por nuestras diferencias vamos a estar en una segunda categoría de ciudadanos.
-Pero esos otros movimientos incluyen eso en su discurso
-Es que más que que no hayan hecho o dicho nada, ellos caen en lo que hace la mayoría de las personas con por ejemplo, eso del “boom de la delincuencia”, que es algo muy mediático. La gente dice que hay que endurecer las penas, que tienen que dar más años de cárcel, que hay que ver el tema de la pena de muerte. Siempre es con el castigo. Nunca es con la educación, con la prevensión. Nosotros si creemos en la prevensión y eso se hace con educación. No sacamos nada con aumentar las penas de la Ley Zamudio si nos van a seguir matando. Eso se logra con educación sexual.
-¿Qué creen que falta en la educación sexual en los colegios?
Todo. Muchas veces en los colegios es como “tengan cuidado con las enfermedades de transmisión sexual” y sería. Se pasa dentro de biología, y esa es toda la educación sexual. No hay una enseñanza de las diferentes realidades sexuales que existen. En la sociedad hay diversidad sexual, racial, económica, de migrantes, indígenas. De todo. No estamos pidiendo nada del otro mundo.
-¿Y cuando van a colegios se han encontrado con mucha ignorancia al respecto?
Por ejemplo, fuimos al Manuel de Salas porque estaban haciendo una actividad y había algunos chicos que venían de otros colegios y que decían que allá no se impartía educación sexual y que no se hablaba de homosexualidad porque decían que si se hablaba de eso, como que la gente se iba a contagiar de homosexualidad. Entonces hay muchos mitos alrededor de eso. O que somos pedófilos, etcétera.
La discriminación de los “hombres gay”
“Nosotros nos planteamos como una coordinadora feminista”, explica Sagredo. Según él, en la sociedad hay discriminación a “todo lo que no cuadre con el canon de hombre masculino“. “Ahí es donde estamos nosotros, donde están las travestis, y donde están las mujeres lesbianas que son doblemente discriminadas”, explica.
-¿A qué te refieres con doblemente discriminadas?
-A que si son muy machorras, para los hombres son mujeres que son amargadas, son feas y que por eso son lesbianas, porque el hombre nunca las pescó. Y si son muy guapas se toma como que las mujeres lesbianas quieren tener sexo con ellos por la fantasía del hombre heterosexual de estar con dos mujeres a la vez. Y además la discriminación por ser mujer. Entonces hay mucho más discriminación. En temas cotidianos hay mucho machismo. Por ejemplo, escuchaba a algunas personas en la calle decir “esto fue una violación” por el partido de Chile y México. Y en verdad la violación es súper terrible, no es para estarlo comparando con un partido de fútbol. El tema de llamar madre, zorra al equipo contrario. O decir maricón al amigo. Siempre es con algo femenino. El campeón por un lado y el maricón por el otro.
-¿Hay machismo dentro del Movilh e Iguales?
-¿Alguna vez tu has visto a una vocera lesbiana? ¿O alguna vocera mujer o alguna vocera trans? Nunca se ha visto. Ahora estoy hablando yo porque la chica que es vocera trabaja y no tiene tanto tiempo como yo que estoy en paro, pero claramente hay una cierta discriminación. La discriminación va hacia todo lo que no es un hombre gay. Fíjate en las cosas que piden. El matrimonio igualitario que están proponiendo, que no se si lo están haciendo en conjunto o no, no tengo idea, deja de lado los derechos de las mujeres lesbianas, porque muchas mujeres lesbianas ya tienen hijos. Entonces esos derechos quedan fuera con esta ley.
-Si están hablando a nombre de todos, de personas gays, de lesbianas, de trans, entre muchos otros, ¿por qué legislan solamente para hombres gay? Siempre es hombres gay. Siempre se posicionan así porque dentro de ese movimiento también hay un fuerte machismo. Nosotros queremos romper con con esa lógica. Tenemos súper claro que no estamos ni ahí con posicionarnos como hombres y que queremos ayudar a los trans y a las mujeres lesbianas que son más discriminadas.
Sagredo explica que por eso, ellos al igual que el Movilh e Iguales han intentado posicionar la “Ley de identidad de género”, que facilita a los y las trans hacer el trámite de cambio de nombre y sexo en el registro civil. Pero acusa a estos movimientos de que han impulsado esta iniciativa solo cuando “hay un boom mediático”. “Ahora están pidiendo de nuevo el matrimonio igualitario. Y lo están pidiendo casi que a la fuerza. Y no es la forma. Debe haber un trabajo en conjunto entre leyes que nos ayuden y un trabajo territorial para informar a las personas el por qué debe haber educación sexual, por qué se debe ocupar condón. Las personas que se siguen infectando de SIDA son adolescentes entre 14 y 18 años. Eso es gravísimo.
-Entre las consignas de “La Otra Marcha” está que “no es igual ser gay ABC1” que ser un gay pobre. ¿Qué diferencia hay en la discriminación según el grupo socio económico?
-La diferencia es un tema cultural. Los cuicos no se suelen meter en la vida del resto. Lo comentan entre ellos y todo, pero nunca se meten con el otro. Y lo que pasa es que los mandan a viajar, le dicen ‘anda a hacerte un post grado a otro lado’ y listo, se fue el maricón de la casa y se va el problema. En las partes más pobres la gente sí se suele meter en la vida del resto y se suele no solo comentarlo, sino que decirlo. En un block donde no hay mucha privacidad todo el mundo sabe altiro quién es gay y quién no. Y estamos condenados a vivir la discriminación con mucho más violencia. Porque también hay un tema de narcotráfico en las poblaciones, hay un tema de machismo súper duro de quién es el más choro, el más violento, el más varonil y eso choca con nosotros.
Los estereotipos gay: Entre Ricky Martin y el gay “Amiga”
Aunque hace algunos años era un tema vetado, es innegable que hoy el mundo LGBT tiene más espacio mediático. Según Guillermo Sagredo, hay al menos tres estereotipos gay relativamente, solo relativamente, aceptados por la sociedad. “Uno es el gay bien varonil que no se le nota, que es profesional, exitoso. Como Ricky Martin, por ejemplo. Como que la gente dice que ‘lamentablemente salió gay pero es casi que su único pecado‘. Podís ser la ‘amiga’ también, el que siempre anda con niñitas y cuenta como una más (…) Yo no veo tele pero Yerko Puchentto puede calzar un poco ahí. Y por otro lado está el travesti”, dice.
-¿Y quiénes no calzan?
-Muchos no calzamos. Sobre todos los maricones que nos ponemos a hablar de política. Ahí ya a muchos se les revienta la cabeza con que venga una mujer o un gay a disputarle los privilegios a los hombres heterosexuales. Nosotros no queremos más estereotipos en esta vida. Por eso decimos que no somos iguales. Mientras la Fundación Iguales busca una igualdad de derechos civiles medio liberal, nosotros decimos que a pesar de poder conquistar esos derechos civiles vamos a seguir siendo diferentes. Y no nos queremos igualar ni homogenizar al resto de la sociedad. ¿Por qué tenemos que cumplir con estos cánones? Es un tema cultural.
-Ahí vuelve el tema de la educación…
-Claro, porque la educación es el gran perpetuador de cánones masculinos y femeninos en la sociedad. Lo digo porque el que no calza lo pasa mal. Yo no calzaba y lo pasé mal. Una sociedad que perpetúa el sexismo va a seguir siendo una sociedad que discrimina. Eso tiene que ver con cómo se ha construido la masculinidad y la feminidad. Si vamos a otro país, a Escocia por ejemplo, los hombres usan falda y es normal. Y eso es porque es un tema netamente cultural. Mañana podemos conquistar una educación no sexista donde a las mujeres y a los hombres se nos potencie por igual. Donde ambos podamos jugar libremente y no se obligue a las mujeres a usar jumper. Porque eso es como “oye, no podís jugar a la pelota porque tu usas jumper y eso no es de señoritas”. Recién ahí podremos llegar a un país más equitativo.