Pérez de Arce compara el fin del gobierno de Salvador Allende con la administración Bachelet
El ex director de La Segunda reunió una serie de hechos, y a través de una videocolumna los interpretó, y concluyó tajantemente que “Este gobierno terminó”.
“La retroexcavadora está en pana”. Esa es una de las conclusiones más determinantes a las que llega el periodista y columnista de BioBiochile.cl, Hermógenes Pérez de Arce, quien reunió una serie de hechos y presentó una comparación entre el gobierno de la Nueva Mayoría y el del Presidente socialista Salvador Allende.
El recuento comienza mencionando una serie de situaciones que experimentó nuestro país ad portas del golpe de estado. “El ‘dólar negro’, que se había ido a las nubes, repentinamente dejó de subir, sin que ninguno de los graves problemas nacionales que había justificado su alza hubiera dejado de empeorar”. Para el periodista “ello pudo interpretarse como que en el mercado cambiario se creó la convicción que el gobierno de Allende estaba en una etapa terminal. Aunque nadie supiera con certeza qué iba a pasar, hubo una convicción general de que el país peor no iba a poder estar, y el cambio de régimen estaba próximo”.
A juicio de Pérez de Arce, el actual gobierno de la Nueva Mayoría está pasando por un fenómeno similar. “La bolsa ha empezado a subir sin que ninguna perspectiva de los negocios haya mejorado. El dólar, tradicional refugio contra la desconfianza, ha bajado bastante contra todos los pronósticos”, indica el columnista, quien precisa que pese a los análisis de diversos especialistas, lo más convincente es que la retroexcavadora dejó de funcionar.
“Es que ya no le queda tiempo. Se vienen las fiestas patrias, al mes siguiente las elecciones municipales, y eso tendrá a la gente, incluido a los políticos, y los encapuchados, demasiado ocupados como para seguir haciendo la revolución”, continúa Pérez de Arce.
A renglón seguido, menciona a las reformas emblema del gobierno: la tributaria ya causó “el daño conocido”. La reforma laboral “no tiene para cuánto y no alcanzará a aprobarse”. La reforma constitucional se verá en mayo “y de partida nunca se pensó aprobarla bajo este gobierno”. Y respecto de la reforma educacional “(se) ha concitado una rara unanimidad en su contra que hace que también sea impensable su aprobación”.
El recuento continúa mencionando que vienen las elecciones municipales, la Navidad, las vacaciones de verano, y a su regreso el país tendrá una única preocupación: “La elección presidencial y parlamentaria de noviembre. Tras eso, lo único seguro es que vendrá un gobierno que detendrá la revolución. Y mandará a la retroexcavadora a un depósito de chatarra y al otro modelo, entre comillas, al basurero de la historia en que ya estaban sus similares desde la caída del muro de Berlín”.
Por tanto, Hermógenes Pérez de Arce concluye que “este gobierno pues, para todos los efectos prácticos, se terminó. El país se ha dado cuenta, y por eso vuelve cierta tranquilidad, sube la bolsa y baja el dólar”.