Brandon Hernández es el joven de 17 años que el pasado 18 de diciembre recibió más de 100 perdigones en la espalda, tras ser baleado en el suelo por personal de Fuerzas Especiales, en Collipulli.
El disparo, efectuado con una escopeta antimotines calibre 12 por parte del sargento segundo Cristian Rivera, le provocó una fractura de pelvis, lo cual lo mantiene internado en la Unidad de Cuidados Intensivos de la Clínica Alemana de Temuco, donde ya empezó a consumir alimentos blancos y en las próximas semanas será derivado a la UTI.
En conversación con radio Biobío, Brandon se refiere por primera vez al ataque en su contra, relatando que estaba en bicicleta junto a su hermano menor de 13 años, quien fue retenido por Carabineros y lanzado al suelo.
“Yo recuerdo que estaba con hermano y salimos a andar en bicicleta, cuando lo agarraron y lo tiraron al suelo”, relató.
Hernández agregó que “fui a ayudarlo y me tiraron al suelo, me pusieron el pie sobre la espalda y sentí el balazo”.
Frente a este hecho, el joven pidió que se haga justicia y espera tener una pronta recuperación, ya que se encontraba próximo a iniciar su práctica profesional como mecánico automotriz y su sueño es estudiar ingeniería.
Por esta agresión, el sargento Cristian Rivera es indagado por cuasidelito de lesiones graves por parte del Ministerio Público, mientras que la familia de Brandon y el Instituto Nacional de Derechos Humanos presentaron una querella por homicidio frustrado.
