Fiscalía pedirá formalizar a ejecutivos de Endesa por contaminación ambiental de la central Bocamina

Una serie de conflictos enfrenta la empresa Endesa, actualmente llamada Enel Generación Chile, en materia judicial. ¿La razón? Se investigan los supuestos daños ambientales y a la salud de las personas que habría generado su complejo termoeléctrico Bocamina, ubicado en Coronel, Región del Biobío.

Ante ello, la Fiscalía pedirá formalizar a ejecutivos de la firma apelando al artículo 291 del Código Penal, que tipifica delitos relativos a la salud ambiental, vegetal y el abastecimiento de la población, según publica Radio Biobío.

Además, se incluirá en la acción delitos contemplados en el artículo 136 de la Ley de Pesca y Acuicultura, que sanciona a aquellos que introducen o mandan a introducir en el mar, ríos, o lagos, agentes contaminantes que causen daño a los recursos hidrobiológicos.

Paula Villegas, abogada querellante del caso, explicó que “técnicamente, a los ejecutivos se los formalizará por propagar indebidamente organismos, productos o agentes químicos que sean susceptibles de poner en peligro la salud animal o vegetal o el abastecimiento de la población”. En esta oportunidad, la profesional representa a la Confederación Nacional de Federaciones de Pescadores Artesanales de Chile (Confepach) y a unos 700 habitantes de Coronel.

La causa se inició en 2012, cuando pescadores artesanales presentaron una querella acusando a Endesa de contaminar las aguas, tanto de las napas subterráneas como del mar, así como también de la emisión de material particulado al medio ambiente. Felipe Urbina, otro abogado querellante, que representa a nueve dirigentes vecinales de Coronel, dijo que “lo que se pretende determinar es que ellos no pudieron no saber que se estaba contaminando”.

Salud de los trabajadores

Actualmente, cerca de 50 personas que trabajan en la central termoeléctrica presentan problemas respiratorios y pulmonares. Lo anterior, denuncian los empleados, se gatilló tras años de exposición al asbesto, mineral altamente tóxico y nocivo para la salud, que estuvo presente en esa empresa entre 1970 y 2015, año en que se ordenó su retiro.

Al respecto, Valter Moro, gerente general  de la empresa indicó: “Estamos en un campo complejo porque ante cualquier patología médica tendría que revisarse la historia clínica de la persona para ver todos los factores de exposición que tiene en su hogar, en sus actividades personales e industriales. No se puede determinar un nexo directo, sobre todo si uno maneja y gestiona el asbesto en el lugar de trabajo con las medidas que la misma autoridad sanitaria gestiona y certifica que se están utilizando todos los procedimientos correctos”.

Sin embargo, el doctor Andrei Tchertnitchin, experto en toxicología y director del Laboratorio de Endocrinología Experimental y Patología Ambiental ICBM de la Universidad de Chile tiene una visión tajante. “En Chile está prohibido el uso del asbesto y hay distintos tipos de asbesto, pero ni los mejores son inocuos. Si hay exposición al asbesto tarde o temprano puede aparecer un porcentaje importante de las personas con cáncer o asbestosis”, dijo.