Ministro Campos e investigación contra Zaldívar: “Es una tormenta en un vaso de agua”
El senador Andrés Zaldívar es sospechoso de tráfico de migrantes y cohecho a través del tráfico de influencias.
El ministro de Justicia, Jaime Campos, bajó el perfil a la investigación que enfrenta el senador Andrés Zaldívar por tráfico de migrantes y cohecho a través del tráfico de influencias.
El diario La Tercera tuvo acceso a un oficio que envió el pasado 9 de noviembre el fiscal Marcelo Carrasco, en el que solicita extender por quince días la interceptación telefónica del parlamentario que es indagado por su relación con Alvaro Jofré Cabezas.
Según consigna el matutino, el empresario ingresó al país con 32 ciudadanos de nacionalidad china entre el 7 de junio y el 12 de julio, que venían con visa de turista como “invitados y proveedores y que se alojarán en el Hotel Plaza San Francisco”.
Con esto, establecieron que Jofré “se comunica con el senador Andrés Zaldívar Larraín, quien en al menos en tres ocasiones le indica que se ha contactado con Carlos Appelgreen Balbontin, actualmente director general de Asuntos Consulares e Inmigración, para revisar la gestión que le encomendó, esto es, le habría pedido que revisara la situación de las visas gestionadas por el imputado”.
Consultado al respecto, el senador DC se defendió asegurando que “yo no he estado cohechando nunca a nadie, a nadie le he ofrecido plata ni le he cobrado plata“. Aún así, confirmó que tuvo contacto con Jofré para consultar “una importación para efectos de la campaña. Se trató de unas bolsas”.
En el marco de esta información, Campos aseguró que esto no es más que “una tormenta en un vaso de agua”.
“Lo único que sé, por eso me sorprenden los niveles de confusión, es que los jueces de la República los nombra el ministro de Justicia, ninguna otra autoridad”, afirmó el ministro.
“¿Qué trafico de influencias va a haber? Hay gente que sugiere, que recomienda, que aconseja. Eso es lo normal, tenemos un diálogo muy fluido con todas las otras autoridades del Estado y, fundamentalmente, con el mundo parlamentario, pero eso no quiere decir que hay tráfico de influencias”.
“Al final soy yo el que resuelvo, caso a caso, las distintas ternas y eso lo resuelvo en consecuencia y sin recibir presiones de ninguna naturaleza”, concluyó.
