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7 de Diciembre de 2017

Tensión y polémicas: tres momentos que marcaron el debate presidencial de la Archi

Guillier tuvo que explicar su frase sobre "meterle la mano a los millonarios" y Piñera debió aclarar nuevamente haber puesto en tela de juicio el proceso electoral.

Por Hugo Infante
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Tenso y polémico. Así fue el primer debate previo a la segunda vuelta presidencial entre los candidatos Sebastián Piñera y Alejandro Guillier, organizado por la Asociación de Radiodifusores de Chile (Archi) en el Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM).

A las 7.30, un tímido y pequeño grupo de simpatizantes de Sebastián Piñera se apostaba con banderas frente al GAM, mientras en el interior del centro cultural los principales rostros de ambos comandos conversaban tímidamente a la espera de que se iniciara el debate. Cecilia Pérez, Alvaro Elizalde, Felipe Kast, Felipe Bellolio, Nicolás Mockenberg, Osvaldo Rosales, Yasna Provoste se mezclaban amistosamente en pequeñas charlas en el auditorium a la espera de que los candidatos llegaran al edificio.

Faltando cinco minutos para el inicio de la transmisión radial, los candidatos ingresaron conjuntamente al auditorium para responder las preguntas de las periodistas Verónica Franco, Claudia Alamos, Carolina Urrejola, María Octavia Rivas y Alejandro de la Carrera.

Mientras Eduardo Martínez, presidente de la Archi y moderador del debate, esperaba el pase para iniciar el programa, Piñera tomaba notas en un legajo en blanco que traía consigo, Guillier miraba hacia el auditorium escudriñando a la asistencia, mayoritariamente prensa y miembros de ambos comandos.

La pasividad previa se rompió rápidamente en los primeros minutos cuando los candidatos tuvieron que responder a los polémicos de dichos de las jornadas previas. Guillier tuvo que explicar su frase sobre “meterle la mano a los millonarios” y Piñera debió aclarar nuevamente haber puesto en tela de juicio el proceso electoral.

1 Disculpas por frases polémicas

El empresario aprovechó la ocasión para criticar la respuesta “orquestada y mal intencionada” del gobierno y el comando de Guillier.

“En las elecciones se apaga la voz de los políticos”, afirmó Piñera intentando minimizar sus declaraciones sobre votos marcados. “Nunca puse en duda el resultado de la elección”, aclaró Piñera.

Alejandro Guillier, senador por Antofagasta, también debió explicar la frase que lanzó el domingo en un acto de cierre de la campaña en Concepción y en la que afirmaba que para financiar a la gratuidad había que “meterle la mano en el bolsillo a los que concentran el ingreso, para que ayuden a hacer patria alguna vez”.

“Fue una frase desafortunada”, reconoció Guillier y explicó que todo se dio dentro de un “discurso épico”.

2 Los reclamos por el tiempo para contestar

A medida que avanzaba el debate, quedaba en evidencia que el formato no les acomodaba a los candidatos.

Primero, por el protagonismo de los periodistas que tenían a su cargo las preguntas. Piñera fue el primero en quejarse que no lo dejaban contestar, ya sea por contra preguntas o bien por preguntas demasiado largas.

“¿Donaría el Parque Tantauco?”, le preguntó la periodista de Cooperativa Verónica Franco al filo del tiempo. Piñera hizo un ademán para contestar pero su micrófono fue silenciado.
Tiempo agotado. Situación que le ocurrió a ambos candidatos en varias ocasiones.

El senador por Antofagasta fue el primero en reclamar por el formato y casi rogando para que le dejaran al menos 15 segundos para responder.

“Terminó la pregunta y no tiempo para la respuesta”, le enrostró Piñera a Verónica Franco ante un consulta, provocando el primer murmullo de desaprobación en el auditorium.

“Siempre voy a defender la vida”, alcanzó a responder Piñera ante una larga pregunta de la periodista de Cooperativa, no sin antes advertir que le quedaban cuatro segundos para contestarle.

“A más de alguno le ha convenido quizás que no le alcance el tiempo para contestar todo”, le replicó Franco a Piñera.

3 Frases incómodas y definiciones

A diferencia de otros debates, el encuentro de la Archi fue la oportunidad para que los candidatos expusieran algunos conceptos.

Al ser consultado por la violencia en la Araucanía y la posibilidad de que las fuerzas armadas tomen protagonismo en la zona, Piñera afirmó que “no es necesario tener militares en la Araucanía”. Insistió, no obstante, en hablar de terrorismo y terroristas.

“La disforia se corrige con la edad”, afirmó el ex presidente cuando fue consultado por la identidad de género en los casos de niños trans.

“Por Dios como tienen mala suerte”, le enrostró Piñera a Guillier luego de que el senador explicara los vaivenes económicos del Gobierno de Bachelet y se lo adjudicar a la mala suerte que han enfrentado. La frase del empresario provocó risas entre la audiencia.

Similar reacción tuvo un emplazamiento que le hizo al senador casi al término del debate, cuando en su minuto de descargo, Piñera afirmó que “en marzo, Alejandro Guillier va a ser senador y le voy a pedir su apoyo” para tomar medidas de apoyo a la clase media.

El senador cercano al Partido Radical le respondió rápidamente y aceptó la propuesta porque Chile es más importante.

“No soy un político profesional”, explicó Guillier, quien como presidente esperaba que Piñera ordenara el mundo empresarial.

Guillier también se ofuscó cuando el periodista Alejandro de la Carrera (Agricultura) afirmó que no lo iba a preguntar por l salud porque tenía problemas con ese tema. “Esa frasecita no corresponde a este debate, Alejandro”, reclamó Guillier.

A las 9.20 de la mañana y tal como estaba programado, el debate terminó. Los periodistas y fotógrafos corrieron a tomar posiciones para el punto de prensa que iban a ofrecer los candidatos, mientras el panel que interrogó a los candidatos se dispersaba rápidamente.

Alejandro Guillier, el candidato de la Nueva Mayoría, se retiró rápidamente del GAM y luego se excusaría de no participar en el punto de prensa por un compromiso con radios regionales.

El único que se quedó en la mesa fue Sebastián Piñera, quien intentaba afanosamente atarse los cordones de los zapatos mientras lo flanqueaba su hijo, Sebastián. Luego, se acercaría a Verónica Franco para comentarle sus reparos al método del debate.

“Esto siempre pasa”, afirmó el candidato.

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