Desde mayo de 2017, el sacerdote Fernando Karadima residía en el Hogar de Ancianos San José de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, pero hace por lo menos un mes abandonó el lugar.
Según dio cuenta La Tercera, se desconocen las razones de su traslado, pero se presume que problemas económicos habrían motivado la decisión del condenado por abusos sexuales a menores de edad.
Cercanos a él detallaron que su nueva habitación tiene medidas aproximadas a tres por cuatro metros, con una ventana que da al exterior, un camastro y un velador, sin televisión.
Cada tres semanas lo visita su médico personal, Santiago Soto, quien detalló que “él reza mucho, que está frente al sagrario dos horas al día, dos horas en la mañana y dos horas en la noche, aunque a veces también en la tarde, eso me ha dicho él”.
“Él está muy triste por no poder hacer su misa, fíjate que era la única felicidad que tenía. Está muy a maltraer por no poder ejercer el oficio, para él es muy doloroso”, agregó.
