La Corte Suprema mantuvo el arresto domiciliario en contra del empresario Carlos Cardoen, quien está a la espera de un proceso de extradición por parte de Estados Unidos por una presunta venta de circonio a Irak.
El máximo tribunal, según lo publicado por La Tercera PM, desestimó la solicitud de la representante del acusado, Joanna Heskia, que buscaba modificar la cautelar argumentando “razones humanitarias”.
“Mi representado tiene ya 77 años y condiciones de salud delicadas. Así las cosas, la medida de arresto domiciliario total constituye un elemento estresor muy importante, impactando fuertemente en su salud física y emocional“, expresó la penalista.
Alfredo Etcheberry y René García, quienes representan los intereses estadounidenses en el caso, rechazaron la postura, debido a que según ellos Cardoen cuenta “con todas las comodidades” para enfrentar su detención en su fundo de Santa Cruz.
El arresto domiciliario había sido ordenado por el ministro instructor Carlos Aránguiz, quien fue nombrado por el Poder Judicial como el encargado de llevar adelante la extradición.
