Lava Jato: el caso de corrupción que manchó a toda a América Latina

Bajo el nombre Operación Lava Jato, llamada así porque se usó como fachada un centro de lavado para autos, la Policía Federal Brasileña desarticuló un complejo esquema de lavado de dinero asociado al pago de sobornos de autoridades en Brasil.

Tras la investigación judicial que comenzó en 2014, un sinnúmero de funcionarios públicos, políticos y empresarios han sido acusados de haber participado en una red de pago de coimas a la petrolera brasileña Petrobras, cuya propiedad es mayoritariamente estatal.

En el marco de dicha investigación, salieron a la luz los pagos de coimas y sobornos de la empresa constructora Odebrecht, principal implicada en el caso Lava Jato.

Odebrecht reconoció haber actuado de manera similar a como lo hizo con Petrobras en otros 12 países (diez de América Latina y dos africanos). Es decir, consiguiendo importantes contratos con el sector público a cambio del pago de sobornos.

En toda América Latina

Según determinó el Departamento de Justicia de Estados Unidos la empresa constructora Odebrecht pagó 788 millones de dólares en comisiones ilegales para adjudicarse más de 100 construcciones públicas en varios países de América Latina, desde 2001.

Además de Brasil, en la lista de países implicados se encuentran Argentina, Ecuador, Honduras, México, Panamá, Perú, República Dominicana, Venezuela y Chile

El jet de ME-O

La actual alta comisionada de la ONU para los derechos humanos Michelle Bachelet no es la única política chilena mencionada en este caso de corrupción. Ya en 2016, el ex candidato presidencial Marco Enríquez-Ominami (quien se postuló como precandidato presidencial en 2013) fue acusado de utilizar un jet privado financiado por OAS, para hacer campaña.

Según un reportaje de la época publicado por La Tercera, el vehículo aéreo de matrícula PR-TAP, sirvió para que ME-O completara tres giras nacionales entre julio y noviembre de 2013. El arriendo de este avión costó más de $100 millones al mes.

Ex funcionarios argentinos

Otro de los nexos en el continente fue el que tuvo Marcelo Odebrecht, dueño y heredero de la constructora cuestionada, quien en 2016 admitió haber entregado 35 millones de dólares a funcionarios argentinos entre 2007 y 2014.

Entre los 49 citados por este caso, mayoritariamente ex funcionarios del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, se encuentran Ricardo Jaime (ex ministro de Transporte), José López (ex secretario de Obras Públicas), Julio de Vido (ex ministro de Planificación) y Angelo Calcaterra, el primo del actual Presidente Mauricio Macri.

El suicidio de García

En tanto, en Perú la situación fue aún más compleja, pues se han investigado nexos con los ex mandatarios Ollanta Humala y el fallecido Alan García, además de la líder del partido Fuerza Popular, Keiko Fujimori.

El primero de los acusados fue Humala, quien incluso estuvo varios meses en prisión preventiva, pues junto a su esposa Nadine Heredia, habrían recibido 3 millones de dólares por parte de Odebrecht para financiar su campaña de 2011.

Alan García, por su parte, fue investigado por haber recibido 100.000 dólares por una conferencia que dictó en 2012 frente a la Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo.

Tras revelarse estas acusaciones, el ex jefe de Estado cometió suicidio en 2019 cuando personal de la Policía Nacional Peruana llegó hasta su domicilio para detenerlo por su vinculación con la constructora brasileña.

Condena en Ecuador

Otro de los países de nuestra región afectados fue Ecuador. Aquí Odebrecht pagó entre 2003 y 2006 un monto superior a 33,5 millones de dólares a partidos políticos, funcionarios extranjeros y sus representantes.

De hecho, el vicepresidente y la figura más cercana al ex presidente Rafael Correa, Jorge Glas, fue sentenciado a seis años de cárcel por el delito de asociación ilícita. Según la Fiscalía ecuatoriana, Glass recibió 13,5 millones de dólares.