Pesquera repite cuestionado traslado de salmones muertos, pese a advertencias de ambientalistas
Según confirmó Sernapesca a EL DÍNAMO, van camino a la Región del Biobío más de 1.300 toneladas de peces en descomposición, tal como se quiso hacer en 2017 con la carga del Seikongen que finalmente fue movida a una planta de desechos industriales.
La proliferación acelerada de algas nocivas en las regiones de Los Lagos y Aysén, llamada bloom de algas, tiene en jaque a la industria de salmones en nuestro país, desde donde reportan la muerte de casi de 3 mil toneladas de peces durante las últimas semanas, las que serán trasladas a Talcahuano, mayoritariamente, para su procesamiento.
Salmones Camanchaca, una de las principales salmoneras en Chile, reportó el pasado 5 abril ante la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) la muerte de 1,3 millones de salmones, equivalente a 2.250 toneladas de biomasa, es decir, el 11% de los peces que mantiene la filial.
A nivel nacional, según informó el Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca) a EL DÍNAMO, hasta el 5 de abril la mortalidad estimada y debido al actual fenómeno denominado Floraciones Algales Nocivas (FAN) era de 2.900 toneladas de peces, principalmente de las regiones de Los Lagos y Aysén.
Debido a que la mayoría de los peces muertos son de fiordos utilizados por Camanchaca, Sernapesca autorizó a la empresa el traslado de estos salmones desde Hornopirén (Región de Los Lagos) hasta la planta procesadora de peces Landes en Talcahuano (Región del Biobío), pese a la existencia de otras empresas dedicadas a las mismas labores en la región de origen.
De acuerdo al servicio, el movimiento se está efectuando en un pesquero de alta mar llamado Duqueco patente CB-5274. La embarcación transporta 1.200 toneladas de salmones muertos y llegaría durante los próximos días a Talcahuano. Además, otras 103 toneladas se movilizan desde la Región de Los Lagos también hasta la planta Landes en contenedores transportados por camiones.
La idea, según informó el Sernapesca, es mover las 1.303 toneladas de salmones muertos de Camanchaca hasta la planta reductora de Talcahuano para “utilizar esta materia prima en harina de pescado y aceites”.
Desde la fundación ambientalista Terram explicaron a EL DÍNAMO que el traslado de los ejemplares muertos por el bloom de algas es necesario porque “puede afectar el ecosistema local” si se mantiene la mortalidad en la zona. Sin embargo, advirtieron que el traslado de la carga en descomposición por casi 600 kilómetros conlleva un riesgo para la salud.
Según explicó la directora ejecutiva de Terram y bióloga de la Universidad Católica, Flavia Liberona, “la alta mortalidad de peces debe ser retirada, pero al hacerlo, se esparce para otros lugares”.
“El cargamento va dejando contaminación biológica en todo su trayecto. Además, aquí estamos ante una emergencia, donde probablemente no se están considerando todas las medidas de bioseguridad necesarias para este tipo de casos”, agregó la ambientalista.
La lamentable experiencia del Seikongen
Fue en octubre de 2017 cuando en las cercanías de la isla Chonchi en Chiloé varó la embarcación Seikongen, propiedad de la compañía CPT Empresas Marítimas S.A., donde se transportaban 214 toneladas de peces vivos provenientes de Salmones Camanchaca, misma empresa que ahora busca trasladar los salmones afectados por el bloom de algas actual a Talcahuano.
Producto del encallamiento del barco, los ejemplares estuvieron atrapados en una bodega del Seikongen por casi un año hasta que en 2018, tras el alegato de las comunidades de Talcahuano donde se proyectaba trasladar los peces muertos, el Comité Medio Ambiental integrado por el Ministerio de Medio Ambiente, el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura y autoridades navales, determinó que las toneladas debían ser llevadas hasta la planta de residuos industriales Ecoprial, ubicada en la zona de Curaco en Osorno y no a la Región del Biobío.
Al respecto, el ex intendente de la Región de Los Lagos, Harry Jürgensen, explicó por esa fecha a los medios de comunicación que Ecoprial, a diferencia de la planta Landes, fue fiscalizada por la Superintendencia de Medioambiente y se determinó que cumplía “con toda la normativa que corresponde, de lo contrario, no sería una opción para nosotros”.
El peligro, según explicó Flavia Liberona de Terram, radica en que la descomposición de los peces “genera gases tóxicos”, los cuales pueden llegar a producir “un riesgo para la salud de los trabajadores vinculados al proceso” si se mantienen por mucho tiempo almacenados como ocurrió entre 2017 y 2018 en el Seikongen.
Desde Sernapesca, en tanto, afirmaron que autorizaron el actual traslado de la carga desde Hornopirén hasta Talcahuano porque cuando se dan eventos de mortalidad tan masivos como el actual, “es clave el retiro oportuno de los peces”, lo que no ocurrió en el caso del Seikongen, donde la carga se descompuso por completo y la concentración de gases tóxicos era peligrosa para el medio ambiente y salud de las personas.
La autoridad destacó que el traslado de las 1.303 toneladas de salmones muertos hasta Talcahuano se realiza “en el marco de lo establecido en el Reglamento Ambiental de la Acuicultura, siendo la empresa responsable de dar cumplimiento de las normativas sectoriales correspondientes”.
EL DÍNAMO se contactó con la empresa Salmones Camanchaca para obtener una respuesta sobre los motivos del traslado a Talcahuano.
Desde la compañía precisaron que están actuando “conforme a los protocolos definidos por la autoridad para este tipo de contingencia, los que consideran medidas mucho más efectivas de aquellas que existían en 2016, cuando se registró una floración masiva de algas nocivas”.
Además, recalcaron que la experiencia del último florecimiento irregular de algas les permitió “contar en la actualidad con uso de barcos de mucho más capacidad para retirar las mortandades de peces, y entregarlas a proveedores para su correcta disposición en plantas reductoras, que los convierten en un producto útil. Se han reconvertido barcos de la flota pesquera industrial, que han dado buenos resultados”.
En relación a por qué quieren procesar los salmones muertos en Talcahuano y no en plantas cercanas al lugar donde los ejemplares murieron, Salmones Camanchaca explicó que la planta Landes es “especialista en procesar pesca industrial”.
“Hoy se ha especializado en esta mortalidad de salmones, y que cuenta con una gran capacidad de almacenaje y de producción, capaz de procesar unas 800 toneladas diarias, bajo altos estándares de eficiencia y seguridad (…) la carga desde los centros ocurre en barcos pesqueros de alta mar, que cuentan con sistemas de refrigeración capaces de mantenerla en buenas condiciones, sin riesgos para el medioambiente, y que transporta a la planta reductora en Talcahuano”, recalcaron.