
Luego de dos años y medio de proceso de evaluación por parte de la organización global Sistema B, Viña Concha y Toro recibió la certificación como Empresa B, la cual reconoce a aquellas compañías que cumplen con altos estándares de gestión ambiental, gobernanza y desempeño social.
Eduardo Guilisasti, Gerente General de Viña Concha y Toro indicó que esta certificación es un paso firme en el compromiso empresarial con las temáticas ambientales, sociales y de gobierno corporativo,
“Ser parte de este movimiento global es emprender un camino de constante mejora, buscando generar desde nuestro negocio un impacto positivo y hacer una contribución a los desafíos globales”, declaró Guilisasti.
De esta forma, la compañía se convierte en la empresa vitivinícola más grande en conseguir la certificación de Empresa B.
¿Cómo conseguir la certificación de Empresa B?
La Certificación Empresa B es entregada por Sistema B, una organización sin fines de lucro con el compromiso de crear un sistema económico más inclusivo, equitativo y regenerativo para todos.
Así, las Empresas B asumen un compromiso de mejora continua y ponen su propósito empresarial socioambiental en el centro de su modelo de negocio. Además, miden y analizan las áreas de Gobierno, Trabajadores, Clientes, Comunidad y Medio Ambiente, permitiendo una revisión detallada de todas ellas, con el fin de identificar los posibles puntos de mejora y oportunidades para ser un agente de cambio en la economía.
“Celebramos y recibimos con alegría la certificación del holding Viña Concha y Toro como Empresa B, la que se convierte en la primera empresa B chilena abierta en bolsa”, expuso Josefa Monge, Presidenta Ejecutiva Sistema B Chile.
También afirmó que esta certificación demuestra que es posible compatibilizar productos de gran calidad y rentabilidad financiera, con la adquisición de un compromiso de mejora continua en los impactos sociales y ambientales de la empresa.
“Es un hito histórico para el Movimiento B en Chile y un ejemplo que esperamos sea seguido por otras empresas de mayor tamaño, de este y otros sectores productivos”, agregó Monge.
Acciones de Viña Concha y Toro
Para conseguir la certificación como Empresa B, la Viña Concha y Toro y desde 2011 implementó una Estrategia de Sustentabilidad que ha servido como hoja de ruta en este camino. Concretando avances en las áreas de clientes, productos, personas, sociedad, cadena de abastecimiento y medioambiente.
En la última década, la compañía puso especial foco en dos grandes desafíos globales: Agua y cambio climático. Con relación al primero, Concha y Toro cuenta con sistemas de riego tecnificado y por goteo en el 100% de sus operaciones, lo cual asegura un uso responsable del agua. Además, fue la primera viña del mundo en iniciar hace 10 años la medición de su huella de agua, lo que ha servido para guiar acciones hacia la reducción de su huella hídrica que hoy es un 50% menor al promedio de la industria vitivinícola global.
En cuanto al cambio climático, la compañía se ha puesto el objetivo de reducir en 55% sus emisiones al año 2030. Los avances en descarbonización de su matriz energética y la implementación de soluciones basadas en la naturaleza han jugado un rol clave en estas reducciones.
“Ser parte de la comunidad de Empresas B es el resultado de un proceso de dos años y medio de mucha colaboración interna y entusiasmo por el desafío que significaba evaluar todas nuestras operaciones globales. Hemos tenido aprendizajes profundos, que estamos incorporando en nuestra Estrategia de Impacto Positivo, con la que guiamos nuestras acciones a futuro”, destacó Valentina Lira, Gerente de Desarrollo Sustentable de Viña Concha y Toro.
Las filiales productivas que forman parte del Grupo, Concha y Toro (Chile) Viña Cono Sur (Chile) y Bodega Trivento (Argentina) también recibieron la certificación tras alcanzar los requisitos, sumándose a Fetzer Vineyards (Estados Unidos) que ya contaba con este sello desde 2015.