Científicos advierten sobre presencia de cochayuyo en la Antártica
De acuerdo con Miguel Prado, coautor de un estudio sobre las algas, la fauna asociada a estas especies son potenciales invasores de la comunidad antártica.
Investigadores de distintos lugares del mundo han notado en los últimos años la presencia de cochayuyo en la Antártica, un hallazgo que, a diferencia de lo que muchos piensan, no es inofensivo y podría significar un peligro para algunas especies de la fauna local.
De acuerdo con el medio ITV Patagonia, en 2018 se tomó conocimiento de una realidad que algunos años después se convertiría en algo cada vez más habitual. En esa oportunidad, un ejemplar de cochayuyo fue encontrado por el investigador de la Universidad de Chile Erasmo Macaya Horta, y se transformó en un descubrimiento de carácter internacional.
Hasta el momento, la distribución geográfica de esa alga marina solo alcanzaba la zona subantártica, pero este año se descubrió que su presencia ha sido constante.
Según ITV Patagonia, una nueva investigación publicada por la revista Current Biology reveló que el año 2019 fueron detectadas 25 nuevas muestras en el continente cubierto de hielo.
El estudio fue encabezado por investigadores de la Universidad de Otago (Nueva Zelandia) y llevó a cabo varios análisis genómicos de algas que llegaron arrastradas por corrientes oceanográficas a la Antártica, Nueva Zelanda, Tasmania y la Isla Macquarie (Australia), lo que evidenció que el ADN de estas especies ha permitido corroborar cuan interconectadas están las comunidades costeras del océano Austral.
Peligros para la fauna
Erasmo Macaya señaló que los trozos encontrados en 2018 pusieron fin al mito de que la Antártica era un continente aislado en términos biológicos.
“El análisis de casi 30 muestras de algas marinas que llegaron al territorio austral, solo este año, demuestra que estos viajes son mucho más frecuentes de lo que se pensaba. No son eventos fortuitos”, añadió.
Miguel Prado, director de la Facultad de Ciencias de la Universidad Austral de Chile (UACh) y coautor del estudio, agregó que la fauna asociada a estas especies son potenciales invasores de la comunidad antártica.
En tanto, Ceridwen Fraser, investigadora del Departamento de Ciencias Marinas de la Universidad de Otago y también autora del estudio, afirmó que “tal vez debemos alejarnos de la idea de que la conservación se trata de mantener el statu quo y debemos enfocarnos en gestionar el cambio para maximizar la biodiversidad y los resultados del ecosistema”.