Siete beneficios para la salud física y mental de practicar deportes al aire libre

Pese a que es invierno, las rutinas deportivas de quienes han practicado alguna disciplina hace tiempo, o de los que se incorporaron a la vida saludable como consecuencia de los encierros por la pandemia del coronavirus, se mantienen e incluso se ha visto un incremento de interesados en practicar rutinas de deportes.

De hecho, bajo la premisa que los lugares públicos cada día son más demandados para realizar actividad física, se levantó un novedoso proyecto de diseño modular y de rápida ejecución, para invitar a la ciudadanía a hacer ejercicios. La iniciativa, llamada Plazas Elige Vivir Sano, se proyecta como un programa que pretende llegar  a todo Chile, con pilotos en las comunas de Temuco, Puente Alto, Rancagua, Arauco, Ñuñoa, Los Andes, Illapel, San Joaquín, San Pedro La Paz, Aysén, Santiago y Tomé.

Los deportes al aire libre son una tendencia que se mantendrá en el tiempo y que entregan un sinfín de beneficios que muchas personas desconocen. Expertos coinciden en que, mantener un control adecuado de las rutinas con profesionales capacitados, realizar visitas periódicas al doctor y tomar las precauciones necesarias para evitar lesiones, son puntos clave para tener una mejor experiencia deportiva. ¿Pero por qué al aire libre es mejor?

– Vitaminas. Practicar deporte en espacios abiertos nos mantiene al sol. Y si bien es imprescindible cuidar la piel con un buen protector, también es crítico recibir esta luz natural para garantizar muchos procesos vitales, como la síntesis de la vitamina D. Este proceso ayuda a mantener la salud de nuestros huesos, aportando fósforo y calcio. 

– Menos sensación de fatiga. Cuando practicamos deporte al aire libre, nuestro sistema nervioso está más expuesto a percibir sensaciones positivas y agradables que disminuyen las sensaciones negativas, tanto físicas como psicológicas. Esto es una gran ayuda para percibir menos el esfuerzo físico y equilibra aspectos relacionados con la ansiedad.

– Reduce niveles de estrés. En tiempos donde el COVID ordena las actividades sociales, los espacios cerrados para practicar actividades físicas pueden representar escenarios que pueden generar mucha ansiedad y estrés. Practicar deporte al aire libre reduce ampliamente la posibilidad de contagio gracias al mayor distanciamiento físico, algo más difícil de conseguir cuando se trata de espacios públicos cerrados como son los gimnasios.

– Calorías. Realizar actividad física en los meses de mayor frío hace que nuestros cuerpos aumenten sus gastos energéticos. A esto se debe sumar el esfuerzo adicional que se hace en terrenos irregulares y la resistencia al viento, que implica que gastemos más energía.

– Activador de felicidad. Practicar deportes aumenta los niveles de algunas hormonas que están relacionadas directamente a la felicidad, como lo son la serotonina, la dopamina y las endorfinas. Además, su producción ayuda a disminuir el cortisol en sangre, una de las hormonas que se asocian con el estrés.

– Vida social. Los espacios al aire libre son un lugar de encuentro donde se puede compartir con conocidos y hacer nuevos amigos. Esto nos impacta positivamente en nuestro bienestar psicológico. ¿Hay algo más placentero que calzarse zapatos de fútbol y jugar un partido con los amigos después de un mal día? 

– Diversión saludable. Hacer una actividad física en grupo o individualmente resulta ser una gran alternativa para romper la rutina de manera divertida. Así que cortar el día a día para tomar las palas de padel y jugar unos partidos, puede ser una manera de hacer algo nuevo que además, te pueda mantener saludable.