Disminuye consumo de alcohol y drogas en escolares de comunas que implementaron modelo islandés
Aunque el consumo de sustancias bajó, aumentaron los problemas asociados a la salud mental.
Casi 4 mil estudiantes de segundo medio de las comunas de Colina, Lo Barnechea, Peñalolén y Renca fueron parte de esta medición basada en el modelo islandés para la prevención del consumo de alcohol y drogas en jóvenes, más conocido como Planet Youth.
Desde 2018 el Instituto Islandés de Análisis y Estudios Sociales (ICSRA), asesora a un grupo de académicos de la Clínica Psiquiátrica Universitaria de la Universidad de Chile para implementar este importante desafío en Chile.
En Islandia lograron reducir drásticamente el consumo de drogas licitas e ilícitas en menores, gracias a un fructífero trabajo conjunto entre la comunidad, las autoridades y la academia.
“Hoy podemos decir que se puede y que han ido disminuyendo los consumos. Es importante reconocer el rol de la pandemia en ello, pero tenemos también medidas objetivas para mostrar el avance en prevención en las comunas”, indicó el doctor Carlos Ibáñez, jefe de la Unidad de Adicciones de la Clínica Psiquiátrica Universitaria del Hospital Clínico U. de Chile.
Consumo y pandemia
Entre mayo y junio de este año, se midió a 3.853 alumnos de segundo medio de esas comunas. El análisis muestra que el consumo de sustancias entre adolescentes disminuyó, sobre todo entre 2018 y 2020, pero luego la caída se frenó con la pandemia.
Por ejemplo, hace 4 años, la ingesta de alcohol llegaba al 79% de consumo “alguna vez en la vida”, y al 43% en quienes declararon haberlo consumido en “los últimos 30 días”. En 2020 esas cifras bajaron a 67% y 30%, y este año varió a 69% y 29%, respectivamente.
En el caso de los jóvenes que declararon haberse embriagado, el escenario sigue igual en los últimos dos años en comparación a la primera caída entre 2018 y 2020.
Deterioro en la salud mental
La encuesta mostró un deterioro en la salud mental adolescente. Si en 2018 un 21% declaraba tomar tranquilizantes o pastillas para dormir, en 2020 disminuyó a 19%, pero este año se elevó al 23%. Quienes declararon haberlos consumido en los últimos 30 días, en 2020, eran un 7%, y este año alcanzaron el 10%.
También una mayor cantidad de jóvenes declararon sentir miedo, nerviosismo, falta de interés y de apetito, sentirse solos, problemas para dormir, ganas de llorar, falta de energía, entre otros.