¿Qué es la RAT? La hélice que salvó como medida extrema al vuelo de LATAM que planeó siete minutos sin motores
El “vuelo del terror" está en investigación luego de que se activara la Turbina de Aire de Impacto, el último recurso de los aeronáuticos.
La maniobra extrema de los comandantes paraguayos Javier Salinas y Manuel Franco ha sido aplaudida por varios especialistas aeronáuticos. Los líderes de la tripulación del vuelo LA1325 de LATAM, que terminó seriamente dañado por entrar al núcleo de una tormenta, pudieron salvar la vida de 48 pasajeros en un siniestro que, obviamente, generó terror entre todos los que viajaban según queda claro en las imágenes que ellos mismos comenzaron a compartir en redes sociales terminado el angustioso proceso de llegar a Paraguay.
El avión despegó desde el Aeropuerto de Pudahuel la tarde del miércoles con destino a Asunción, sin embargo, las condiciones climáticas obligaron a los pilotos a desviar su ruta, pasar de largo y aterrizar en Foz de Iguazú, Brasil. Hasta ese momento, ya en horario nocturno, los protocolos habían sido respetados como una medida precautoria relativamente habitual en esta zona de Sudamérica muy propensa a tempestades.
Los problemas surgieron con la demora en tierras brasileñas. Los pasajeros no sabían si debían quedarse en ese país por la noche o si finalmente el vuelo iba a salir hacia la capital paraguaya. Finalmente, de acuerdo al testimonio de uno los ocupantes, el piloto despegó porque “había un poquito de lluvia” en la ruta. El comandante tomó esta decisión basada en los informes meteorológicos de la aerolínea y se dirigió hacia Paraguay atravesando una tormenta.
Y es en este punto en el que hay que detenerse. “Por lo que pude saber, la investigación que se está realizando (la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil de Paraguay) tiene como objetivo saber por qué el comandante se metió en medio de un cúmulo, por llamarle así. Realmente lo que pasó con este vuelo fue una situación de máxima gravedad y por eso, creo, que los resultados del sumario podrían no deberían conocerse tan pronto. Hay que hacer revisiones de las cajas negras, de los diálogos con la mesa de control y otros trámites”, cuenta a EL DÍNAMO un piloto de LATAM que ha realizado este trayecto y que prefiere mantener su nombre en reserva para mantener los protocolos que establece la empresa cuando suceden estas emergencias.
El Airbus 320 terminó con daños importantes producto de los granizos y la energía que existe en medio de este fenómeno. El parabrisas, el radomo o nariz quedaron destruidos y los dos motores dejaron de funcionar. ¿Entonces cómo pudieron aterrizar? En las imágenes compartidas por los propios pasajeros se puede observar una especie más pequeña de hélice en la parte inferior de la aeronave. Esta se denomina Turbina de Aire de Impacto o RAT por sus siglas en inglés (Ram Air Turbine) y va oculta bajo el fuselaje.
Más detalles del “vuelo del terror” y más de la RAT
Para entender la gravedad del caso hay que poner atención en la RAT. Esta turbina ha sido utilizada en pocas oportunidades en vuelos comerciales y es una medida extrema al aparecer en escena cuando no funciona la electricidad en los aviones, es decir, cuando los problemas son realmente serios para todos los que van en un vuelo.
“A nosotros nos preparan para esto, pero muy pocas veces se activa. La RAT sirve para generar energía y mantener las conexiones básicas como los paneles y la radio. Como la debemos usar cuando los motores no responden, esta se mueve con el aire que genera el avión al planear. Es parte sistema de seguridad para controlarla”, explica el piloto contactado por este medio.
“Es muy probable que este vuelo haya estado unos siete minutos volando sin los motores. Pero la meteorología es variable y puede cambiar de un momento a otro. Por eso, si avisaron que podía partir y luego él en el radar podía ver que había una tormenta, hay que esperar la investigación para saber por qué no se desvió y evitó ingresar en medio de los granizos”, confirma el aviador.
En Paraguay acusaron presiones de parte de LATAM para hacer partir este vuelo a pesar de las inclemencias del tiempo. Que los pasajeros se hospeden en una ciudad o país que no tenían como destino inicial es visto como una entrega de mal servicio y un costo adicional para la compañía, por lo que esa podría ser también una de las razones para dar el visto bueno a una salida de Foz de Iguazú que casi termina en una tragedia mayúscula.
Con todos antecedentes, el LA1325 Santiago-Asunción fue denominado el “vuelo del terror”.