Adelanto de edad de jubilación e informalidad: el impacto de la pandemia en la economía de los adultos mayores
Un estudio del programa de Conocimiento e Investigación de Personas Mayores (Cipem) también mostró que la tasa de ocupación de personas mayores es de un 31%-
La pandemia de COVID-19 afectó profundamente a los adultos mayores chilenos, tanto en el aspecto físico, mental y económico, lo que se vio reflejado en un cambio en la edad de jubilación de los trabajadores.
Este fenómeno fue observado por el último estudio del programa de Conocimiento e Investigación de Personas Mayores (Cipem), el cual buscó realizar una comparación internacional entre los países miembros de la OCDE respecto a la edad de retiro de los habitantes de cada zona.
De acuerdo al informe elaborado por la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo y Caja de Compensación Los Héroes, la edad de jubilación efectiva de los chilenos entre 2019 y 2021 bajó 3,8 años en el caso de las mujeres (llegando a 60,9 años), y 3,2 años en los hombres (para llegar a 64,6 años).
De esta forma Chile fue el país que tuvo una mayor caída en la edad efectiva de jubilación entre todos los países miembros de la OCDE. Sin embargo, este indicador se acercó a la edad legal de retiro vigente en Chile, que es de 60 años para las mujeres y 65 años para los hombres.
El análisis afirmó que nuestro país se sumó a una tendencia internacional, marcada por los problemas de salud física y mental generados por la crisis sanitaria, los que mermaron la capacidad de trabajo de las personas mayores.
“En primer lugar, el cierre de empresas y la reducción de la demanda laboral ha provocado un aumento del desempleo y la pérdida de ingresos para muchas personas, lo que ha afectado a su capacidad para ahorrar para la jubilación. Además, el aumento de la incertidumbre económica ha hecho que algunas personas opten por adelantar su jubilación, con el objetivo de poder tener ingresos”, afirmó el trabajo.
Ocupación de personas mayores
El estudio de Cipem también determinó que en la Región Metropolitana tiene la séptima mayor proporción de adultos mayores que se encuentran trabajando, con una tasa de ocupación de un 31%, lo que representa a 435.506 habitantes.
De estos, el 44,5% (193.920 personas mayores) se encuentra trabajando en una situación de informalidad, siendo la octava proporción más alta del país.