Agua de la ducha, lavaplatos y lavadoras se podría usar para regar cultivos
Así es el proyecto que impulsa el Ministerio del Medio Ambiente para combatir la mega sequía.
Con el objetivo de avanzar en soluciones que ayuden a enfrentar la crisis hídrica que afecta al país, el Ministerio del Medio Ambiente presentó este viernes al Consejo de Ministros para la Sustentabilidad y el Cambio Climático (CMSyCC) una propuesta de proyecto de ley que permita reutilizar las aguas grises para el regadío de algunos cultivos agrícolas.
La iniciativa fue aprobada unánimemente por los integrantes de este órgano, con lo que se habilita la presentación del proyecto en el Congreso.
El proyecto buscará modificar la ley N°21.075 para permitir el uso de aguas grises -provenientes de las tinas, duchas, lavamanos, lavaplatos, máquinas lavavajillas y lavadoras de ropa- en riegos de cultivos agrícolas, salvo los de frutas y verduras que crecen a ras de suelo o suelen consumirse crudas. Igualmente, permite el riego árboles frutales, cereales, viveros o cultivos industriales, entre otros.
La ministra del Medio Ambiente y presidenta del CMSyCC, Maisa Rojas, comentó que “la mega sequía que afecta por más de 13 años a Chile es uno de los principales efectos del cambio climático en el país. Por eso es urgente avanzar en medidas que nos permitan usar de mejor manera el agua disponible. Este proyecto de ley permitirá hacer un uso más eficiente de este recurso sin poner en riesgo a la salud de las personas”.
El agua reciclada se usa en un 7% del planeta
“Se considera una muy buena medida el que se pueda incorporar este cambio en la Ley 21.075 para permitir el uso de aguas grises al riego de cultivos agropecuarios, especialmente ante la crisis hídrica y porque en el marco del presupuesto 2023 este trabajo ya se venía haciendo de parte de Indap y también de la Comisión Nacional de Riego”, complementó la ministra (S) de Hacienda, Heidi Berner.
De acuerdo a estudios internacionales, se calcula que a nivel global unos 20 millones de hectáreas se abastecen de aguas residuales tratadas, equivalente al 7% de las tierras de regadío.