“Después de 50 años, llegamos a la Corte Suprema”: el emotivo relato de abogado por la muerte de su padre tras el golpe de Estado
Cristóbal Jimeno busca aumentar las penas contra los culpables de la muerte de su padre y otras 22 personas que fueron colaboradores del presidente Salvador Allende.
El abogado Cristóbal Jimeno Chadwick entregó un emotivo relato de lo ocurrido con su padre y otras 22 personas asesinadas, todos ellos colaboradores de Salvador Allende, tras el golpe de Estado de 1973, en el alegato que hizo ante la Corte Suprema, que está revisando los recursos presentados ante la sentencia que recibieron los condenados por el denominado caso La Moneda.
El profesional, que se representa a él mismo y a su hermano Diego, se dirigió al tribunal durante media hora, en la que apuntó que la rebaja por colaboración que recibieron los oficiales en retiro del Ejército no debería aplicarse.
“Después de 50 años hemos llegado a la Corte Suprema“, dijo el abogado Jimeno, hijo de Claudio Jimeno Grendi, una de las 23 personas detenidas en La Moneda el 11 de septiembre de 1973 y que fueron asesinadas y sus restos hechos desaparecer.
Incluso, reveló que años después se les entrego una falange proximal de un dedo del pie izquierdo y un incisivo central superior izquierdo, restos óseos que pertenecieron a su padre.
Por el crimen, en 2018, el Ministro en Visita Miguel Vásquez condenó a distintas penas a los ex militares Pedro Espinoza Bravo (20 años); Servando Maureira Roa y Jorge Herrera López (9), y Teobaldo Mendoza Vicencio, Eliseo Cornejo Escobedo, Bernardo Soto Segura y Jorge Gamboa Álvares, todos estos últimos condenados a 7 años de presidio.
En 2021, la Corte de Apelaciones rechazó un recurso de apelación de Jimeno y confirmó la sentencia del juez Vásquez
Primer acto de ocultamiento
Durante su relato, el abogado contó que todas las víctimas fueron asesinadas al interior del regimiento Tacna, frente a un pozo que existía en el lugar.
“Al frente de este pozo, que tenía una profundidad de 15 metros y un ancho de seis, estaban con ametralladoras dos filas de personas. Primero militares, atrás civiles. Todavía no se sabe quiénes eran los civiles”, relató.
Dijo que “una a una fueron asesinadas estas personas y, por si fuera poco, se juntaron al lado del pozo y les lanzaron no una, sino 15 granadas de origen español mientras todavía habían personas vivas (…) para hacer el primer acto de ocultamiento, pues se desplomaron las paredes“.
Estos hechos, aseguró, “están todos reconocidos“, puesto que nadie los ha desmentido.
Segundo acto de ocultamiento
El abogado Jimeno reveló también que se encontraron algunos restos en 1978 y “el señor (Augusto) Pinochet ordenó sacar todos los restos que habían de aquellas personas que habían sido ejecutadas producto de lo que había ocurrido en Lonquém“.
“Para eso se puso a disposición un helicóptero Puma“, recordó, y añadió que “se sacaron los restos y se llevaron a un lugar desconocido”.
“Nos han dicho que los tiraron al mar, (pero) algunos han aparecido en la tierra“, puntualizó.
Y recalcó que “ese segundo acto de ocultamiento tiene la colaboración de los encausados. Uno de ellos participó en la exhumación ilegal. Para eso sí tiene memoria. Se demoró 15 minutos en decirle a sus superiores dónde habían sido fusilados“.
Entonces apuntó que Eliseo Cornejo Escobedo “vio dónde se llevaron los cuerpos y hasta el día de hoy no dice dónde están. Es uno a los que el ministro Vásquez le otorga la minorante de colaboración sustancial”.
Tras recalcar que junto a su familia todavía creen en la justicia, Jimeno recalcó que “después de 50 años hemos llegado a la Corte Suprema“.
“Estos actos rompieron la simetría ética de nuestra sociedad. Una pena tan baja como ésta no la restablece“, aseveró el abogado.