El general (r) Hernán Chacón Soto, condenado a 25 años por el asesinato de Víctor Jara, se suicidó para no ir a la cárcel, luego de que se conociera el fallo de la Corte Suprema.
De acuerdo a lo informado, la muerte del ex uniformado de 87 años se conoció cuando integrantes de la Brigada de Derechos Humanos de la Policía de Investigaciones (PDI) llegaron esta mañana a su casa ubicado en la calle Badajoz, en la comuna de Las Condes.
El objetivo era detenerlo para que iniciara el cumplimiento de la pena en la cárcel de Punta Peuco.
Según la información proporcionada por BioBioChile, el general (r) les abrió la puerta y les indicó que iría en búsqueda de sus medicamentos. Es en ese momento donde el condenado por la muerte de Víctor Jara se suicidó, utilizando un arma de su propiedad.
Por orden de la Fiscalía, la Brigada de Homicidios de la PDI indagará el caso.
Durante la dictadura, según el fallo de la Corte Suprema, la defensa de Hernán Chacón aseguró que estaba a cargo de custodiar el perímetro externo del Estadio Chile. Sin embargo, la investigación confirmó que tenía conocimientos tácticos y de inteligencia, lo que le permitió intervenir en interrogatorios y clasificación de detenidos.
“Varios testimonios corroboraron que este participó en las labores de selección, reportando las mismas a sus superiores, por lo que resultaron no creíbles ni verosímiles sus dichos en cuanto sostuvo sólo haber custodiado el perímetro externo del recinto, funciones que no se condicen con su alto grado, ni con los diversos elementos de convicción reunidos”, indicó el documento.
Además, se estableció que “portaba a la época una pistola STYER calibre 9 milímetros, armamento plenamente coincidente con la descripción técnica de las lesiones que, según los antecedentes forenses, causaron la muerte de Jara Martínez y Littré Quiroga”.
Otros condenados por los asesinatos
Además de Hernán Chacón, los otros condenados por la muerte de Víctor Jara fueron Raúl Jofré González, Edwin Dimter Bianchi, Nelson Haase Mazzei, Ernesto Bethke Wulf, Juan Jara Quintana, quienes también recibieron penas de 15 años y un día como autores de homicidio. A ello suman 10 años y un día por secuestro calificado.
Rolando Melo Silva, por su parte, recibió una condena de 5 años y un día por encubrir los asesinatos. Se le añadieron 3 años y un día como encubridor de los secuestros.
