Los detalles que se conocieron del pederasta detenido en Iquique y que estuvo prófugo por diez años
Marcelo Rodríguez Olcay llevaba una década prófugo de la justicia, luego de ser condenado en 2013 a 10 años y un día de cárcel por la violación de una niña de 13 años.
A control de detención pasó este lunes el profesor condenado como pederasta en Iquique en 2013, Marcelo Rodríguez Olcay, de 50 años, quien fue detenido el domingo tras pasar una década prófugo.
Al sujeto se le impuso una condena a 10 años y un día de cárcel por la violación a una estudiante de 13 años en la ciudad nortina.
La captura del pederasta la realizó personal del OS9 de Carabineros de la Región de Tarapacá.
De acuerdo con lo revelado, el sujeto, quien tiene la profesión de profesor de música, pidió una audiencia en el Juzgado de Garantía de Iquique. Lo anterior, al estimar que su pena había prescrito.
No obstante, el Ministerio Público logró postergar la prescripción otros 10 años, tras demostrar que el pederasta había escapado a Bolivia.
La Fiscalía averiguó también que en ese país el sujeto impartía clases de música y dirigía una orquesta filarmónica universitaria en Cochabamba. En ese lugar, adoptó la identidad de Josche Marcello Ruiz Belucci y ganó reconocimiento como un destacado pianista.
El regreso del pederasta a Iquique
Pese a que se desconoce qué día el profesor Marcelo Rodríguez Olcay volvió a Chile, imágenes emitidas en Tele13 el pasado día 24 de este mes, se confirmó su presencia en Iquique.
Según se indicó, además, el sujeto había renovado su cédula de identidad en la localidad de Pica, en la misma región de Tarapacá.
El jueves 26, la fiscal Camila Albarracín llamó a la comunidad a proporcionar cualquier dato que permitiera llevar a la captura del pederasta.
“Es un prófugo de la justicia condenado en el año 2013 por el delito de violación. Una vez que la Corte de Apelaciones determina que tiene que cumplir la sentencia dictada en primera instancia por el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Iquique, él se da la fuga”, recordó la persecutora.
“Como acreditamos que él estuvo fuera del país, se duplicó el tiempo. Entonces, tienen que pasar diez años más para que prescriba la condena“, explicó Albarracín.
“A él en un momento lo desvinculan de la universidad, le hacen unas denuncias por redes sociales y se empieza a saber lo que había pasado en Chile“, añadió Camila Albarracín.