¿Chile es el único país del mundo que ha rechazado dos veces una nueva Constitución?
De acuerdo con Daniel Zovatto, director regional para América Latina y el Caribe del Instituto Internacional para la Democracia y Asistencia Electoral el caso chileno "es inédito".
El doble fracaso en los procesos constituyentes vividos por los chilenos en los últimos 15 meses no sólo dejó en claro que la ciudadanía no desea apoyar propuestas extremas de uno y otro lado, sino que transformó al país en un caso único a nivel mundial.
“Con este resultado, Chile cierra un fracasado proceso de reforma constitucional durante los últimos 4 años“, publicó en sus redes sociales el director regional para América Latina y el Caribe del Instituto Internacional para la Democracia y Asistencia Electoral (IDEA), Daniel Zovatto.
Detalló además que que se trató de “dos intentos fallidos y dos textos rechazados: uno demasiado a la izquierda y otro demasiado a la derecha“.
Y en ese contexto recalcó que este fracaso por partida doble constituye “un hecho inédito en la historia del constitucionalismo mundial comparado“.
Sin una Constitución hecha en democracia
“Treinta y tres años después de haber recuperado su democracia, las fuerzas políticas de Chile no han logrado encontrar el camino para darse una Constitución en democracia. Que fuese concebida por la mayoría de la ciudadanía, como la casa común de todos los chilenos”, indicó Zovatto.
A continuación aseveró que con el resultado del plebiscito “se mantiene la Constitución de Pinochet, con sus numerosas reformas en democracia. Que pese a sus importantes avances, no lograron eliminar el pecado capital de nacimiento: su origen en la dictadura”, posteó el experto.
El director regional de IDEA planteó que “ahora el país debe poner foco en los graves y urgentes problemas que aquejan a la gente. El bajo crecimiento económico, el alto costo de la vida, la inseguridad, la delincuencia, la agenda social y la migración“, puntualizó.
Tras el doble rechazo a las propuestas en los últimos 15 meses, los chilenos continuarán con la Constitución promulgada durante la dictadura de Augusto Pinochet. El mismo texto que ha sido sometido a numerosas reformas, muchas de ellas durante el mandato del ex presidente Ricardo Lagos (2000-2006).