¿Y la legítima defensa?: dueño de casa que mató a ladrón en su domicilio en Rengo enfrenta cargos por homicidio
El hombre acusado del homicidio de un delincuente en Rengo deberá demostrar su legítima defensa a la hora de disparar su escopeta.
Un hombre de nacionalidad chilena será acusado de homicidio, luego de que la noche del martes matara con un disparo de escopeta a un delincuente que ingresó a robar a su casa en Rengo, en la Región de O’Higgins.
De acuerdo a lo informado por Carabineros, el hecho ocurrió en una vivienda ubicada en la calle Río Elqui, lugar en el que dos delincuentes de nacionalidad dominicana irrumpieron portando armas de fuego.
Para concretar el robo, los antisociales procedieron a amenazar a la mujer que se encontraba en el primer piso de la casa.
Sin embargo, en el segundo piso se encontraba su esposo, quien al percatarse de lo que ocurría abajo, tomó la escopeta que tenía debidamente inscrita y descendió dispuesto a enfrentar a los delincuentes.
Al enfrentarlos, no dudó en disparar contra uno de los sujetos, el que junto a su cómplice escapó del lugar en un auto Chevrolet Corsa que los esperaba en las afueras y que conducía una mujer.
Debido a la gravedad de la herida del antisocial, sus acompañantes lo trasladaron al SAR de Rengo, donde personal médico constató su deceso.
Según informó el mayor Luis Morales, de la Cuarta Comisaría de Rengo, quien acompañaba al fallecido fue detenido en el centro asistencial, mientras que la mujer, que es su pareja, quedó “en calidad de conducida”.
Acusado de homicidio
En su reporte, el jefe policial precisó que el dueño de casa que disparó y mató al delincuente que entró a robar a su casa de Rengo será formalizado por homicidio.
Lo anterior, porque si bien el artículo 10 número 4 del Código Penal establece que está exento de responsabilidad criminal “el que obra en defensa de su persona o derechos“, es imprescindible que cumpla con algunas circunstancias que deben ser demostradas por quien hizo uso del arma para matar al delincuente.
Dichas circunstancias consisten en acreditar una agresión ilegítima; la necesidad racional del medio empleado para impedirla o repelerla, y la falta de provocación suficiente por parte del que se defiende.
Según establece la ley, para que la persona que mata a otra recurra al argumento de la legítima defensa “debe probarse que ocurrían esas tres circunstancias. Si falta una de ellas, la persona podría ser condenada” a prisión.
No obstante, estas atenuantes deben ser determinadas por un tribunal y no se hace de oficio, por lo que en estos casos se inicia un proceso judicial en el cual el acusado puede ser absuelto en razón de una legítima defensa, o ser condenado a la cárcel por el delito de homicidio.